A soltar lastre

Antes de que Alex Alegría se traslade a Almendralejo, la ciudad donde juega el Extremadura, equipo de donde vinieron en su día los laterales Cortés y Poli al Mallorca y en el que también se encuentra Alex López, recuerden quien le firmó este verano un contrato con el Mallorca de ¡cinco años! de duración. El curriculum del delantero cacereño era conocido hasta por el menos versado de los aficionados, pero Javier Recio y Maheta Molango está claro que no. Ahora andan ciegos intentando colocar a Chavarría, Trajkovsky, Salibur y Rahman, sobre los que al parecer tampoco tenían demasiadas noticias. A Zlatanovic, Valcarce o Castro ya se los quitaron de encima antes.

Vale. Por supuesto que ficharon a Valjent, Dani Rodríguez, Budimir y alguno más porque a Baba, igual que a Sastre se los encontraron ya en nómina igual que a Enzo o Antonio Sánchez. Pero esto no es un pase de cuentas a favor del tándem en cuestión o Vicente Moreno. Siempre he defendido que un acierto de un cincuenta por ciento en la lista de fichajes de una secretaría técnica es un éxito, pero me temo que aquí es mucho menor, por no hablar de traspasos, ya que el único, el de Brandon, también se lo encontraron en la columna del haber.

Lo más sorprendente es que los propietarios no hayan tomado seriamente cartas en el asunto. Será que no se enteran mucho de cómo va el mercado de futbolistas o, sencillamente, les da igual. Han situado al frente del club a quien han querido y le han permitido borrar de un plumazo a todo lo que huela siquiera a mallorquín, salvo algún mindundi abrazafarolas. Se acogieron a un ignominioso descenso a Segunda B aprovechado para organizar un ERE que no dejó títere con cabeza y venden la obligación compensatoria del ascenso a Primera como si el Mallorca no la hubiera pisado nunca.

Menos mal que las cesiones son mejores que los fichajes. Algo es algo.