Acoso y resistencia

De poco le sirvió al Mallorca su acoso final a un Elche que jugó la última media hora con diez, obligado a renunciar al ataque y a devolver como la pared de un frontón, el acoso al que fue sometido por el equipo de Vicente Moreno que no fue claramente superior hasta el segundo tiempo y, sobre todo, a raiz de la expulsión de su delantero centro. Con un arbitraje que castigó mucho a los visitantes, loa alicantinos de marchan contentos con un punto que, lógicamente les sabe a poco o casi nada a los locales.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Reina (1), Sastre (2), Valjent (1), Raillo (1), S.Ruiz (1), Pedraza (1), Salva Sevilla (1), Ariday (0), D-Rodríguez (1)m Lago Jr. (1) y Budimir (2).

Minuto 45, Alex López (1) por Ariday. Minuto 68, Leo Suárez (1) por Pedraza. Minuto 80, Gámez (-) por S.Ruiz.

Elche. C.F.- E.Badía (1), Alexander (2), Verdú (1), D.Calvo (1), J.Cruz (1), J.Flores (2), Manuel (1), I.Sánchez (2), Nino (2), Josán (1), Quasmi (0).

Minuto 63, X.Torres (1) por Manuel. Minuto 72, Neyder (1) por Josán. Minuto 85, Karim (-) por I. Sánchez.

ARBITRO:

El madrileño Pizarro Gómez (0), en su línea, o sea, casero. Llegó a mostrar nueve tarjetas a los verdiblancos por solo 3 a los de casa. A mayores exhibió la roja ante Quasmi por doble amarilla al simular una caída en el área en el minuto 65. Prolongó exageradamente el tiempo reglamentario, cinco minutos, ante las protestas del banquillo forastero. Balance: amonestaciones a Verdú, D.Calvo, J.Cruz, Manuel, Javi Flores, Iván Sánchez y dos a Quasmi, del Elche y a Raillo, Pedraza y Salva Sevilla, del Mallorca.

GOLES:

Minuto 14, Iván Sánchez avanza con e, balón controlado en paralelo a la frontal del área sin ser estorbado, hasta en remata raso con la izquierda lejos del alcance de Reina. 0-1

Minuto 55, centro de Sastre desde la derecha y Budimir se anticipa a Verdú muy cerca de la portería. 1-1

COMENTARIO:

A la hora de gestionar el balón, el Elche lo hizo mucho mejor que el Mallorca durante la primera media hora de juego. El gol de Iván Sánchez a los catorce minutos hizo perder el sentido a los de Vicente Moreno desacostumbrados a que cualquier visitante de Son Moix le plante cara. De hecho la defensa estuvo muy contemplativa en la jugada individual del único jugador verdiblanco con desborde y disparo. Una falta de atención comprensible en Salva Ruiz por su falta de ritmo e inexplicable en Raillo y Pedraza entre los que el autor del gol paseó como perro por su casa.
  Pacheta había retrasado la posición de Nino incomodando la salida de Salva Sevilla y moviéndose entre líneas para conseguir superioridad numérica donde los locales la suelen imponer. Una situación prolongada hasta que la respiración del veterano se tornó en resoplido a pesar del cierre decretado en las bandas, donde Sastre empujaba más que Ariday y Lago Jr. no alcanzaba a superar el marcaje de Alexander González. El entramado bermellón quedaba neutralizado y su ataque en toda la primera parte se resumía en un remate casi a bocajarro del centrocampista almeriense rechazado por uno de los guardianes de la muralla levantina.
  El empate logrado por el luchador Budimir con mucho tiempo por delante para consumar la remontada, no arrugó al Elche que, sin embargo, se cargó demasiado pronto con muchas tarjetas y acusó el esfuerzo inicial. Solo a partir de entonces apareció el Mallorca más reconocible, pero más épico que estratégico. Alex López había doblado la referencia ofensiva de su escuadra, pero la solución no era retener la pelota que, forzados, los forasteros ya habían entregado sin más opción que alguna incursión aislada desde la retaguardia de su campamento. El balón apenas cruzó la línea central del terreno de juego en dirección al área de Reina. El resto, incluida la prolongación que no fue corta, se centró en una intensa labor de acoso pero no de derribo. Tanto que la única oportunidad clara la tuvo el sustituto en su cabeza al desperdiciar un gentil e inesperado obsequio de Dani Calvo a pura traición contra su portero. Para entonces el cronómetro marcaba casi la hora que unos demandaban por agotamiento y los otros por impotencia.
  No fue un paso atrás, pero tampoco para adelante y habrá que darlo antes de que germine el mensaje de la simple permanencia.