Banquillos calientes

La liga en segunda división A no deja heridos, solo víctimas. Como se esperaba las derrotas del Sporting en su visita a su eterno rival, el Real Oviedo, y del Córdoba, en casa, frente al Cádiz, eleva a ocho el número de entrenadores cesados cuando solo han transcurrido 14 jornadas. Esta semana han caido Manolo Jiménez en Las Palmas, Rubén Baraja en Gijón y Sandoval en el Nuevo Arcángel. Ceses que se suman a los registrados en los banquillos del Nastic, Tenerife, Lugo, Extremadura y Zaragoza. Y la procesión no ha terminado.

Valga el lamentable ejemplo para quienes rebajan el listón de la exigencia en una categoría de extrema igualdad. Parece haber un corte desde el cuarto clasificado para atrás, pero dicha diferencia es mínima, de tres o cuatro puntos, los mismos que hay entre los competidores a tiro de play off. El Mallorca, que lleva a cabo una gran campaña, tiene al mismísimo Rayo Majadahonda en el cogote a menos de una semana en la que el primero pierda y el segundo gane. Y del Nastic, colista solitario, a las posiciones que evitan el descenso no hay más que otros cuatro puntos.

Esta constante se reproduce temporada tras temporada porque entre el presupuesto más bajo y el más alto no hay ni tres millones de diferencia, excepción hecha de los clubs que reciben ayuda por el descenso. El dinero no hace la felicidad, pero ayuda. Siempre que uno lo invierta bien, claro.

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