Cabos sueltos

Mucho se ha especulado con las razones que movieron a Robert Sarver y sus socios a invertir en un club de fútbol europeo que después de su fracaso en el Glasgow, el Getafe y el Levante, resultó ser el Mallorca. Se han barajado muchas teorías, entre ellas la pretensión de organizar y controlar la liga profesional del «soccer» americano. Una hipótesis abonada por la incorporación a su staff de colaboradores de Kyle Martino, amigo personal de Steve Nash. Sin embargo a los tres años de su desembarco en Palma no parece que su proyecto haya avanzado sustancialmente, mientras el panorama en Son Moix se ensombrece día a día.

Ahora que el ínclito Javier Tebas pretende que un partido de la Liga Santander se dispute en Estados Unidos, el tema resucita el viejo temor. Rubiales ha dado el primer paso al programar la Supercopa en Marruecos, pero nada que ver porque la AFE ya ha pegado un grito en el cielo al considerarse invitada de piedra en una decisión muy discutible y que lesiona claramente los derechos de sus afiliados. Aquí el más tonto sigue fabricando relojes al margen de los propios relojeros.

A estas alturas nos seguimos preguntando a qué vinieron los jefes de Maheta Molango porque él está claro que lo hizo por el sustancioso salario que percibe. Tampoco se divisa la relación entre unos hechos y el otro. Somos más de cocina casera, Pero sea lo que sea que nos depare el futuro, los pasos que esta gente ha dado hasta aquí no auguran nada bueno ni ilusionante.