Cacicadas en el siglo XXI

Bien, pues en la Bundesliga ya se han detectado 10 casos de futbolistas infectados por el COVID 19 al regresar a los entrenamientos, ni sus nombres ni los de sus clubs han sido desvelados. Es más, un directo desde el vestuario del Hertha de Berlín revela que no se cumplen las normas dictadas por el protocolo de la Federación alemana. Aquí, en España, desde el Real Madrid se asegura que es imposible cumplir los dictados remitidos por el CSD a Sanidad, alguien en el Barça admite que las inspecciones corren a cargo de directores de partido, sin personal auxiliar sanitario y la Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol (AEMEF) coincide con la AFE en una aclaración de las pautas a seguir y exige que doctores especialistas en epidemiología asistan al personal médico que garantice su observación.

En un reportaje de Emilio Pérez de Rozas publicado hoy en El Periódico de Catalunya, tres facultativos de clubs de primera división y uno de Segunda, muestran sus dudas al respecto, aseguran no habar sido consultados por algunos dirigentes y, más aun, se sienten presionados para que no muestren oposición a la reanudación de las competiciones. El del Mallorca no accede a entrevistas o eso dicen al menos desde el departamento de comunicación de la SAD.

En medio de tal suma de despropósitos, el Consejo Superior de Deportes ha delegado en las federaciones deportivas todas las facultades para tomar decisiones en sus formatos no profesionales. Esto afecta directamente a Segunda B, Tercera y categorías inferiores. Luis Rubiales busca un arnés que le mantenga a salvo de una caída de considerables proporciones ante la arbitrariedad de sentenciar el ascenso de los primeros clasificados de cada uno de los actuales líderes de la llamada categoría de bronce. Es decir, espera que la autorización del CSD adquiera rango de decreto-ley para evitar un aluvión de reclamaciones. «Decreto-ley» si, han leído bien, como en los tiempos del franquismo. Sin embargo el artículo 199 de su propio Reglamento no admite más fórmula que la celebración de «play offs» a doble vuelta.

Tampoco podrá llevar a cabo de manera inmediata su propuesta de reforma apara ampliar el número de participantes durante las dos próximas temporadas. Ningún acuerdo podría entrar en vigor hasta la temporada 2021-22 y, de otro lado, ya se han alzado voces, entre ellas también la de la AFE, por todo lo contrario, una reducción a dos grupos, norte y sur, e incluso solamente uno para conseguir menos gastos y mayor competitividad.

Cacicadas en los albores del siglo XXI. Eso es lo que me parece a mi, entre otras consideraciones morales.