Claros en la espesura

A pesar del grave tropiezo del Rayo Vallecano, segundo consecutivo en Vallecas rodeando su triunfo en Cornellá, ya dijimos que la clasificación en Segunda parece bastante definida salvo alguna remontada sorprendente aun considerando  que dieciocho jornadas permiten este tipo de vuelcos.

En términos ciclistas diríamos que hay un grupo de escapados muy definido que encabeza el Mallorca con el Almería y el Espanyol, pendiente de su visita al Lugo,  algo despegados del Leganés, que parece haber reaccionado tras la salida de Pep Lluis Martí, Sporting, uno de los que mejor fútbol practica, y el mencionado Rayo pese a sus notorios altibajos. El grueso del pelotón que les persigue tendría que pedalear muy rápido para alcanzarles.

Algo más complicadas están las cosas por la cola, si bien todavía ningún equipo anda tan retrasado como para abandonar la carrera por la permanencia. Ahora llega lo más duro del campeonato, rivales aparte, porque precisamente los peor clasificados la pueden liar, como le pudo suceder al Mallorca en Albacete o si algunos de los anclados en media tabla pierden motivación y propician resultados inesperados.

El Atlético de Madrid se ha fugado en Primera, donde las seis primeras posiciones permanecen firmes apuntando a Europa. La guerra, fratricida, se concita al volver la mirada hacia atrás. Apenas hay cuatro puntos del décimo octavo al duodécimo, los mismos que separan al colista de la salvación. No hay exentos ni desahuciados. Y el calendario apenas ha cruzado su ecuador.