Del recorte al vídeo

Hubo un tiempo en que los agentes de futbolistas exhibían ante sus futuros compradores recortes de prensa de sus patrocinados. Para que se hagan una idea y de acuerdo con este proceder, recalaron en Mallorca considerables petardos como un tal Nichiporuk,  «Pindinga» Muñoz, tan veloz que llegaba antes que la pelota, el finlandés Liponnen, fundido tras el primer entrenamiento bajo el sol y hasta un lateral de apellido Fernández procedente del reconocido equipo del Limpiezas Madrid. Entre otros de cuyo nombre no quiero acordarme, como decía Cervantes del lugar de nacimiento del hidalgo Don Quijote.

En plena rueda de prensa que tenía lugar en Son Bibiloni, alguien le preguntó a Luis Aragonés por qué no jugaba Martín Ligüera, cuyo máximo aval era su convocatoria con la selección de Uruguay. La respuesta fue muy sencilla: «¡a mi me va usted a decir cómo se eligen los internacionales!». Claro, lo fue hasta el bueno de Amador Puig, aquel muchacho de Soller, extremo reconvertido en lateral que Guillermo Ginard quería traspasar a toda costa y, de hecho, lo consiguió, picó el Atlético de Madrid, sin que la anécdota albergue la menor intención de menoscabo para su actor.

Lo cuento así para restar trascendencia al hecho de que Budimir, Valjent o Trajkovsky hayan sido llamados a las listas de sus respectivos combinados patrios. Los dos primeros me parecen buenos, al menos para la categoría en que está el Mallorca o quizás más arriba, aunque del tercero tengo mis dudas que ojalá se transformen en favorables opiniones. Lo digo también porque si se trata de fichar defensas prefiero vïdeos de sus tareas de contención en lugar de imágenes de goles espectaculares. Se supone que su primera función es defender bien, si después marcan alguna vez miel sobre hojuelas, pero esa es otra historia.