¿Dinero?, si pero no

Si todo dependiera de los presupuestos, siempre ganarían la liga los mismos equipos y si, en primera división eso tiene cierta lógica si comparamos los del Madrid y el Barça con el resto ya que entre unos y otros puede haber cientos de millones de diferencia pero, para hacernos una idea, el Alavés, que no hace mucho ganó en Valdebebas, tiene un límite salarial de 400 millones de euros menos que el club de Florentino Pérez. Y bueno, el Valencia y el Athlétic 300, el Atlético 200, el Sevilla entre el Villarreal y los del Wanda y sonroja la comparación a medida que descendemos hacia la cola de la tabla.

Luis García Plaza recuerda con frecuencia que los presupuestos del Espanyol, el Almería o el Leganés son superiores a los del Mallorca, argumenta o justifica con ello, no sé si una cosa o la otra, una mayor facilidad de sus rivales a la hora de completar o reforzar sus plantillas y, en consecuencia, un tácito supuesto de obtener mejores resultados. Pero la desigualdad en Segunda no es tanta como en Primera. Los límites salariales del Fuenlabrada o Las Palmas, recientes verdugos mallorquinistas, están entre 12 y 14 millones por debajo de los 19 del Mallorca y si el Leganés está por encima se debe a los traspasos de En Nesyri y Braithwait, porque desde el desembarco de los americanos ¿a qué jugador pueden traspasar desde Son Moix que pueda dejar un poco de pasta?; gansa, quiero decir.

Los talonarios ayudan, pero no deciden; al menos en segunda división. El problema arranca de poner la empresa en manos de un ejecutivo incapaz y que Sarver y sus socios quisieron mantener al frente pese a las advertencias recibidas. Tuvieron que cesarle hace diez meses, pero el mal ya estaba hecho y, aunque es posible, desandar lo andado costará esfuerzo y sacrificio.