E pur si muove

No sabemos si lo que ficha el Mallorca en este sprint final del mercado de verano es exactamente lo que pide Vicente Moreno, pero es innegable que se han acelerado las gestiones desde la victoria sobre el Eibar presenciada «in situ» por Robert Sarver.

Por muy llamativos que sean los fichajes e incluso exóticos, como el del joven japonés cedido por el Real Madrid, Takefusa Kubo, no podemos valorarlos ni individual ni colectivamente, es decir, valorar su futura aportación al equipo y su adaptación al sistema de juego o el espíritu implantados por el técnico.

Lo que resulta evidente es que todos los esfuerzos realizados apuntan carácter ofensivo y a priori amenazan con una sobrecarga en la delantera de la que, aparte de Moyita, habrá que determinar cuál es la función de los Ariday, Abdón, Alex Alegría y Chavarria. Por el contrario parece faltar algún peón defensivo, siempre visto desde fuera que, por supuesto, no ofrece la mejor perspectiva.

La situación recuerda la famosa frase de Galileo Galilei ante el Tribuna de la Santa Inquisición que, a decir de las crónicas, tenía muy poco de santa y mucho de inquisitorial. «E pur si muove», exclamó el físico después de abjurar de su visión helicoidal del mundo, «y sin embargo se mueve». Otros tiempos y otro contexto que nada tiene que ver, pero si, en el Mallorca alguien se está moviendo a pesar de todo.