El furgón de cola

Con el cese de Alvaro Cervera en el Cádiz se ha completado el quinteto de colistas que han obrado relevos en sus respectivos banquillos, dos veces en el del Levante. Ya conocidos los del Elche, también dos, Alavés y Getafe. Refuerzos en las plantillas, pocos. Dinero, menos. Nombres, demasiados. No es fácil encontrar en el mercado apuestas seguras, jugadores para ser titulares en sus respectivos equipos durante los próximos cinco meses y ningún horno está para experimentos. Eso sin contar que entre negociación, contrato, entrenamiento y adaptación pasan algunas semanas. Aunque eso si, aventurar refuerzos genera ilusión y el fútbol es fundamentalmente eso.

El Mallorca rompe la tendencia. A los americanos no les gusta eso de relevar técnicos y gastar más dinero ni les cuento. No es su política deportiva ni económica. Puede que Pablo Ortells afine con algún fichaje, pero yo no contaría con que vengan tres porque se hayan ido tres. Esto no es el tres en raya. Se parece más al parchís, mato una y cuento veinte. Las convocatorias de Gayá, Llabrés y Giaquinto no se me antojan casuales, más bien me suena a aquello de que si quieres otros futbolistas, aquí los tienes. Igual me equivoco, pero es mejor no esperar nada y así evitas la sorpresa. Y aunque mal de muchos, consuelo de tontos no creo que en el furgón de cola se produzca un gran trasvase de pasajeros.

Por cierto y a toro pasado, ir a Eibar a por los octavos arriesgando a Valjent, pésima decisión. Tenía que decirlo. La Copa, y eso y lo he manifestado reiteradamente, para quien la inventó.