El hambre y las ganas de comer

¿Qué ocurre cuando se juntan el hambre con las ganas de comer?, cualquier cosa; desde la indigestión a la inapetencia. Todos los extremos son malos y se concitan en Cornellá donde el Espanyol no ha ganado ni un solo partido, mientras que su invitado, el Mallorca, desconoce lo que es ganar fuera.

¿Factor campo?. Ambos deberían poder explicar sus respectivas situaciones por si nos aclaraban algo. El equipo local tendrá público a favor, pero también mayor presión. No sé si del tipo que le gustaba tener a Luis Aragonés. Los visitantes metidos en un ambiente hostil y con complejo.

Imposible valorar aun el trabajo de Abelardo y hasta qué punto ha podido cambiar a un conjunto que no ha sido diseñado para disputar tres competiciones. O se te queda grande el continente o hasta tu barrio te parece enorme. El precio de jugar en Europa es muy elevado incluso para quien ya ha conocido la experiencia. Con un refuerzo en cada línea -Cabrera, Embarba y De Tomás- igual no le da para apartar de sí el cáliz de la zozobra. Sobrevivir en el fango no es sencillo.

Hay dos víctimas por bando. Gámez paga fuera de la convocatoria de Vicente Moreno su mal partido en el Reale Arena contra la Real Sociedad y Naldo cede su puesto tras su particular debacle en los Nuevos Cármenes frente al Granada. Sedlar vuelve a la lista visitante con Raillo como duda o tal vez un posible regreso al dibujo de tres centrales, mientras que el anfitrión recupera a uno de los suyos Bernardo y llama a Marc Roca.

Lo que se pueda añadir sobre cualquiera de los contrincantes ya es sobradamante conocido. Por desgracia en este caso.

La precariedad de su clasificación exigía árbitro internacional y allí estará el polémico, muy a su pesar, Mateu Lahoz. Pitó al Mallorca en Zaragoza, en la Copa. Nada que objetar. El Espanyol también lo pilló en el torneo del KO, esta vez en Lleida, con mejor suerte. Se podrá equivocar, pero es de los que dejan jugar y es honesto en sus decisiones.