El opio del pueblo

En tiempos dijeron que el fútbol era el opio del pueblo. Se ve que en los que corren el alucinógeno no solo sigue vigente, sino que hay quien pretende seguir regando los cultivos de amapola.

A la prudente postura del Mallorca, sin entrenamientos en tanto en cuanto la situación no esté más clara, se contrapone la política del postureo. Miquel Bestard, al frente de la Federación Balear, ha aprendido mucho en estos últimos tiempos y hasta ofrece que los «play off express» de celebrarse, se disputen en Mallorca. Avión va y avión viene. Hasta da un paso más al «garantizar» que si no se reanudan las competiciones, el Atlético Baleares ascenderá a Segunda A por decreto. Ni que Rubiales fuera Sánchez, Pedro si.

En el mundo real, si, aunque vivamos pesadillas de ficción, reina la locura. Nadie, nadie, sabe qué medidas se van a tomar el próximo día 11 de mayo. La Federación Española, para disgusto de su presidente, depende la la LFP. Si no hay descensos no puede haber ascensos, ni vía edicto ni por votación. Y la verdad, si a mi me bajaran de categoría sin una inferioridad matemática absoluta en la clasificación, monto la mundial. Poderoso caballero es Don Dinero, afirmaba Quevedo según me recordaban hace un momento, pero ni un solo futbolista se la va a jugar y con razón porque el simple hecho de estar hablando de ello en medio de la que está cayendo supera la más repugnante de las pornografías.

También dijeron que el deporte es cosa de caballeros como el Veterano lo era de hombres. Eran otros tiempos, si, aquellos del opio del pueblo.