En camisas de once varas

En la Edad Media quien se metía en una camisa de once varas iba a caer en una familia que no eran los suyos lo que, en general, no salía del todo bien. De ahi el significado del modismo que, en definitiva, hace alusión a toda persona que se mete en asuntos que no conoce o no le reportan ningún beneficio. ¿A santo de qué y aconsejado por quién se tenía que meter el Gobierno con el marrón de autorizar público en los estadios de fútbol a falta de dos jornadas en primera división y cuatro en segunda, en contraposición a cómo se ha desarrollado la competición desde su primer acto?. Además para abrir la espita en apenas dos comunidades, Valencia y Baleares.

Para rematar la faena, a la Liga de Fútbol Profesional no se le ocurre otra genial idea que la de imponer un cambio de horario en el Mallorca-Alcorcón para no romper el toque de queda impuesto por el Govern Balear a las 23 horas. Era de esperar, como así ha sucedido, la protesta del club alfarero, correcta y formal, por lo que respecta tanto al fondo, la autorización, como a la forma, la nueva hora.

En la planta noble de Son Moix, donde el mando se transmite por video conferencia o directamente ordena el ejecutivo de guardia, se ha perdido la oportunidad de hacer gala de un cierto grado de caballerosidad y altruismo pero, aun más, de respeto a la lógica ignorada por el Ministerio improcedente y al visitante de turno.