Entretenimiento sin diversión

Resultados como el del Celta en Ibiza o el Getafe en Córdoba, más otras sorpresas que se darán, certifican el nulo interés que la Copa despierta en sus propios participantes. El club pitiuso, como el Formentera cuando eliminó al Athletic, vivirá su minuto de gloria y soñará con que el sorteo le favorezca con la visita de uno de los grandes, como ya sucedió con el Barça la pasada temporada. Pero mil socios y quinientas entradas a la venta, eso es todo lo que la normativa aplicable a la pandemia le permite si no empeoran las cosas. ¿Y luego qué?. Pues eso.

Ya no digamos al hablar de litigantes con problemas en la liga, especialmente los equipos que ocupan posiciones de descenso. Se juegan mucho más dinero que el que les pueda deparar el torneo por eliminatorias, casi siempre pérdidas al verse obligados a desplazarse sin compensación económica. Una ayuda a los modestos en circunstancias normales, pero en las actuales ni esto. Algún titular de prensa negativo, un efecto de incomodidad en la plantilla y el disgusto de los entrenadores con los suplentes incapaces de desarbolar a un anfitrión de plantilla y naturaleza claramente inferior. Nada que ganar.

Y así, con un campeonato ya de por si sobrecargado de partidos, lesiones, sanciones y contratiempos, pasan el rato en la Federación, la Liga, los medios de comunicación y, cómo no, los insidiosos de las redes sociales. A mi, ya lo he dicho otras veces, que no me esperen. Hay quien se conforma con este pasatiempo en curso y sin espectadores, pero la vida es demasiado corta para comprar entretenimiento sin diversión posible.

P.D.: Por si necesitabáis un dato más, el Atlético de Madrid también ha sido eliminado por el Cornellá. Ya tenéis titulares y signos de admiración.