Excepciones que confirman la regla

Los tropiezos del Getafe en Badalona, o del Alavés en Jaén en la primera ronda de eliminatorias de Copa del Rey, constituyen la excepción que confirma la regla. También hace un par de años el Formentera se cargó al Athletic, pero son circunstancias puntuales que tampoco logran animar una competición caduca que no se recupera por muchos cambios que se hagan y en los que nunca salen perjudicados los más fuertes.

La propia UEFA restó toda importancia a los torneos por eliminatorias en todos los países europeos al borrar de un plumazo a los vencedores y potenciar la Europa League para matar la Recopa. Participan más equipos y eso les da más dinero. Luego la Federación Española va de remiendo en remiendo sin atreverse a lesionar los intereses de los clubs más poderosos, ausentes de las primeras rondas. No es que no crea en el todos contra todos, es que no se lo permiten.

Sorprende que en un fútbol ya tan mercantilizado en el que solo se contempla el dinero que produce sin respeto al espectáculo y que fomenta la desigualdad económica entre los equipos, todavía se dispute este campeonato cuyas audiencias no responden ni en el caso de los más modestos a juzgar por la escasa afluencia de espectadores en sus pequeños recintos. De otro lado tampoco estaría de más aligerar un poco el calendario cuya saturación amenaza la condición física de los jugadores y la paciencia de la afición.