Fútbol en Semana Santa

A falta de inventos que merezcan la pena o que empeoran lo que ya está inventado, deberíamos copiar lo que está bien hecho aunque, claro, no encaja con nuestra sociedad reconocer que lo bueno lo han hecho otros.

Me parece una muy buena iniciativa de la Federación Balear de Fútbol adelantar al Jueves Santo la jornada de tercera división. No afecta a las procesiones,l que suelen salir a partir de las siete de la tarde, y constituye una oferta de ocio para la tarde de un día generalmente aburrido. Y, lo más importante, permite a técnicos, jugadores directivos  y sus familias compartir la comida del Domingo de Pascua, con sus empanadas, robiols i crespells incluidos, porque lo de la mona con un huevo de chocolate y un patito en su interior no deja de ser costumbre importada de otra Autonomía, igual que Halloween o el Black Friday vienen de los Estados Unidos.

Conociendo de antemano las fechas de la Semana Santa, como de hecho sucede, la Federación Española de Fútbol tiene las mismas razones para aceptar el parón navideño revindicado por la AFE sin parangón en otras ligas europeas que para programar una jornada durante la Semana Santa y liberar el domingo. Pero Rubiales y sus acólitos están más interesados en sobrecargar de citas el calendario de enero con el experimento de la Supercopa a cuatro y en el extranjero porque lo que priva no es el interés de los aficionados, sino hacer caja.

Sin salir del ejemplo local, el Mallorca-Rayo Majadahonda tendría más público que el que se dará cita en Son Moix el sábado con media isla de viaje y la otra media en la casa de campo.