Interés particular

Una de las maneras más tontas de perder el tiempo es pedir transparencia al Mallorca. Algunos lectores se quejan porque en algunos comentarios hacemos referencia a cifras que el club no ha revelado. En efecto, ni las revelará salvo que le convenga por «alguna razón» como en los casos de Budimir y Valjent.

Hemos pasado de un extremo al otro, de colocar teléfonos móviles abiertos transmitiendo las reuniones del consejo de administración a celebrarlos por vídeo conferencia sin la menor información sobre los asuntos a tratar. Están en su derecho como empresa privada que son. Ahora bien eso es para todo, lo bueno y lo malo. Al margen de la ley que ordena publicar las cuentas anuales y que aparecen con considerable retraso, cuando lo hacen.

En términos generales el periodismo no bebe, o no debe, de fuentes oficiales. Los gabinetes de prensa lo intentan, eso es verdad. Por eso Javier Tebas aplica en la LFP y recomienda a los clubs organizar sus propios medios de comunicación para emitir solo aquello que les beneficia. Hace años el que fue mi director general en Antena 3 de Radio, Manuel Martín Ferrand, nos animaba a los directores regionales a seleccionar las ruedas de prensa a las que debíamos acudir: «normalmente, afirmaba, interesan a quienes las convocan, pero casi nunca a nuestros oyentes que son aquellos a los que nos debemos». Visto lo visto fue una advertencia premonitoria.