Kohlberg se compra un piso mientras el Mallorca pierde dinero

Me encantan los rigurosos estudios que publica el compañero Roberto Bayón de La Nueva España, diario asturiano, sobre los números de los clubs: presupuestos de gastos, ingresos, afluencia de espectadores, siempre con el aval de los datos que reúne la Liga de Fútbol Profesional o estimaciones muy aproximadas basadas en los balances presentados en el Registro Mercantil.

Del último de ellos, el ratio de deuda de los veinte equipos de primera división y los veintidos de Segunda, se desprende lo que ya advertíamos en este mismo blog y había adelantado El Mundo de Baleares: el Mallorca como sociedad anónima se encuentra en quiebra técnica con la obligación de restablecer su equilibrio patrimonial al 30 de junio de este mismo año. A muchos aficionados todo esto les suena a chino y les trae sin cuidado. Pueden estar relativamente tranquilos porque sus propietarios tienen «cash» o crédito asegurado, que casi es lo mismo.

Pero aquellos clubs que superan el 100% de ese ratio de deuda corren peligro de entrar en un futuro desequlibrio financiero, bien por lo que deban o bien por su déficit de ingresos.  Pues bien, la mala gestión efectuada desde el desembarco de los americanos, con Maheta Molango al frente de la cuentas, sitúa al Mallorca en el tercer puesto de la clasificación con peores perspectivas. Solo superado por el Real Zaragoza y el Elche, medalla de bronce con un 189% de deuda positiva. ¡Chapeau!.

Tomeu Maura ha publicado otra exclusiva en El Mundo, la adquisición de un piso de 500 metros cuadrados en C’an Puig, en pleo Paseig des Born de Palma, a cargo del presidente Andy Kohlberg por un montante cercano a los seis millones de euros. Una garantía de continuidad en el accionariado del club o no. También puede ser una simple inversión inmobiliaria. El tiempo lo dirá. Sea como fuere no preocupa el bolsillo del ex tenista, sino la bolsa del Mallorca. Los economistas, no lo olvidemos, siempre aconsejan diversificar.