La buena y la mala noticia

No sorprendió el Betis, al que en la víspera ya habíamos tachado de discutido con justicia y discutible en su concepto. Si acaso lo hizo el Mallorca, más atrevido de lo acostumbrado fuera de casa, tal vez obligado por las circunstancias. No es frecuente marcar tres goles, los dos primeros de brillante factura, en campo ajeno, pero también es raro conseguirlo y no ganar.

La buena noticia es que se ha metido uno más en la pomada del descenso, el Eibar. De cuantos pasaron ya por Palma es el que menos me gustó y el tiempo pone a cada cual donde le corresponde. Hay que ir a Ipurúa, cita marcada en rojo en el calendario. Eso si, tiene un partido menos si bien nada sencillo, en casa contra la Real Sociedad.

La mala es que el Celta se ha tomados dos puntitos de ventaja, iguala con los armeros y deshace el empate a puntos de la semana pasada sin que el Leganés se haya rezagado más de una sola jornada. Y es que los empates, por meritorios que sean, no sirven apenas para nada, algo que Luis Aragonés no se cansaba de recordar. Ahora a esperar lo que nos depara el Valladolid-Espanyol.