La inevitable y cansina Copa

Mientras la Copa del Rey mantenga su formato actual sigue sin interesarme lo más mínimo. Una competición diseñada a mayor gloria de los poderosos en las que el resto de equipos de primera y segunda división son meros comparsas.

No sé si al Mallorca y al Real Oviedo les atrae este torneo, pero si nos referimos a los asturianos bastante tienen con equiparar cuanto antes sus expectativas en la liga  a la inversión que han efectuado en fichajes y sus aspiraciones en paralelo a los resultados porque aún no conocen la victoria en el Carlos Tartiere y el 0-4 del Zaragoza escuece y mucho, sobre todo en el cogote, por decirlo finamente, de Anquela.

Entre los 18 que viajan no lo han hecho el guardameta Alfonso Herrer, además de Carlos Hernández, Saúl Berjón o Johanneson. Si están los ex mallorquinistas Joselu y Tejera, a quien Vicente Moreno conoce bien igual que al lateral zurdo, Mossa.

Si tenemos en cuenta que el Mallorca jugó el viernes y solo han transcurrido cuatro días sin descanso, es de esperar que a nadie se le pase por la cabeza recurrir al cansancio como sucedió en Alcorcón. Al ritmo que juega no es de extrañar, pero eso ya lo sabían los jugadores antes de que arrancaran los partidos oficiales. Y si, un titulo de Copa, el del 2003, adorna las vitrinas de Son Moix. Tiempo pasado que, sin duda, fue mejor.