Los padres del Sitjar

En el capítulo de fracasos en la gestión de Maheta Molango se inscribe, ex-equo con el Ajuntament de Palma, el de no saber negociar ningún acuerdo con los propietarios del Lluis Sitjar a quienes en lugar de atender y ganárselos ha despreciado desde el minuto uno.

Probablemente el problema viene de lejos y de la generosidad inexplicable del consistorio Fageda al regalar al Mallorca virtualmente un estadio a cambio de cuatro pases y quince días anuales de explotación; o sea, nada. Si antes de tan magnánima cesión se hubiera previsto el conflicto que se cernía sobre el viejo recinto mallorquinista y se hubiera actuado en consecuencia incluyendo Es Forti en el convenio no estaríamos donde estamos.

La oferta de los actuales responsables de Cort, Hila y Noguera, han rayado el insulto al poner sobre la mesa una oferta muy por debajo de los precios de mercado y, lo que es peor, sin la menor garantía respecto a los pagos y los plazos. 14.000 euros no valen lo mismo hoy que pasado, mañana o dentro de unos años. Al pregón de la propuesta se le llama sencillamente oportunismo, con la colaboración del club.

No es menos cierto que el CEO se ha pasado a la Asociación de Copropietarios por el forro. Quiso «requisar» sus títulos a poco más de 2.000 euros por cada uno, como si los hijos y nietos de quienes en su día hicieron posible la construcción de un campo de fútbol para su equipo, fueran una pandilla de pordioseros ávidos de pillar cuatro «binladens». A mayores a pleiteado con ellos en despachos e instituciones como si fuera «l’amo de sa possessió» e incluso contratando los servicios jurídicos de abogados capitalinos.

¡Si los padres del Sitjar levantaran la cabeza!