Los tiempos del cuplé

Hubo un tiempo en el que no necesitábamos la mediación de ningún jefe de prensa o gabinete de comunicación para hablar con un futbolista quien, a su vez, era libre de conceder entrevistas dónde, cuándo y a quién convenía. Eso también se acabó, de nuevo con la sumisión y el consentimiento de los medios tradicionales. Nuestras agendas incluían los móviles particulares de todos ellos sin excepción del entrenador y directivos o presidente. Otro paso atrás que completa mi blog de ayer. Por cierto, eso facilitaba una relación mucho más cordial y menos fría, a veces rayana en la amistad, con cualquiera de los protagonistas elegidos. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?. No. Cualquiera, no. Pero en este aspecto, si.

Vamos a esperar pacientemente que el Mallorca anuncie el fichaje de alguno de los tres jugadores que persigue. Dicen que un medio, un extremo y un delantero centro. Y tendremos que suponer que con poca diferencia en el antes o el después de la efemérides, sabremos el destino de Trajkovsky, Señé, Alex Alegría o Pablo Valcarce para aligerar la carga salarial que quizás, solo tal vez, impide invertir en alguno de los puestos que Luis García Plaza pide reforzar.

Nando Pons siempre fue una tumba. Mateo Alemany según sus intereses y conveniencia puntuales. A Miquel Contestí le arranqué el fichaje de Claudio Barragán en medio del bullicio de un evento en el Casino de Mallorca y raudo llamé a la Redacción, entonces de Ultima Hora, para que levantaran la portada de deportes. Esas cosas cabreaban mucho a la competencia que, no lo duden, también nos metía sus goles por otro lado, pero creaban ambiente y generaban expectación. Justo lo que no hay ahora, donde el mas tonto ya no hace relojes sino que escribe un libro, en la puerta de los colegios no vuelan los caramelos sino las papelinas y un idiota ya no quiere un lápiz sino un móvil.