Motivación contra comodidad

El Numancia debería ser un enemigo cómodo de acuerdo con su clasificación, sin posibilidad de acometer una meta más ambiciosa pero sin tener la permanencia asegurada aunque si a la distancia suficiente, ocho puntos, salvo que el Lugo lograra ganar en Córdoba.

Con una defensa vulnerable, su mejor línea es la de centrocampistas debido a la buena llegada de Diamanka, la aportación de Fran Villalba y, si está en forma, el carril diestro recorrido por Yeboah. Pero tiene dificultades de cara al gol que no ha conseguido solucionar con ninguno de sus arietes: Higinio, Guillermo o el otrora peligroso David Rodríguez, en pleno declive. Sus laterales, habitualmente Unai Medina y Ripa, se desdoblan con facilidad, pero a costa de dejar casi siempre huecos muy aprovechables con una buena contra.

La derrota del Málaga contra el Extremadura en La Rosaleda suma motivación al equipo de Vicente Moreno que viaja, como de costumbre, con 19 jugadores. Esta vez el premio es para el ignorado Pablo Valcarce, seguramente para visitar a su hermano gemelo Luis que sigue en la capital soriana. En cambio ha dejado en Palma a Alex López además del lesionado Estupiñán que será reemplazado por Salva Ruiz. Pero de cara al once inicial no cabe esperar cambio alguno. Si acaso se hará extraño mirar al banquillo y ver al mando a Dani Pendín en lugar del técnico valenciano.

Arbitra el madrileño de 38 años Valentín Pizarro Gómez, que cumple su quinta temporada en segunda división «A». Es el segundo partido que pitará al Mallorca después del Mallorca-Elche en Son Moix, donde expulsó al delantero centro visitante como tributo a su mayor condición de paloma que de halcón. No suele llamar la atención por mucho más lo cual, en linea generales, no sería malo del todo.