Ni mejor, ni peor

He visto fotos en las que el presidente del Mallorca, acompañado del manager general de los Phoenix Suns, buque insignia del fondo de inversión que posee las acciones de la SAD, baja a los vestuarios de Son Moix a felicitar a los jugadores por su victoria sobre el Alavés. Nos preguntamos si la visita del segundo tiene algo que ver con la salida de Maheta Molango o si va a tener incidencia directa en su sustitución, ya sea directamente o a la hora de seleccionar el relevo. Sea por una causa o la otra, incluso los más neófitos en fútbol saben que lo importante no es dejarse ver ante los jugadores después de ganar, sino hacerlo cuando el resultado es adverso. Justo al revés porque a las fiestas se apunta todo el mundo, pero en los funerales se quedan muchos bancos vacíos. Lo resalto, también, porque no me como que el CEO cesado haya generado por si solo todos los marrones.

La jornada pudo ser mejor y, por supuesto, peor. El Espanyol y el Leganés sacaron puntos en cierto modo inesperados aunque no hayan sumado de tres, pero nada ha cambiado sustancialmente. Me ratifico en que la clave estará en las visitas a Son Moix de los pepineros y el Celta si es que, antes, los de Vicente Moreno son capaces de hacer alguno de sus deberes fuera de Palma. Salvo debacle lo más importante es llegar con vida a las últimas diez jornadas, que los rivales directos no lo hagan y que algún equipo más, como el Eibar por ejemplo, se meta en la pomada del descenso. Lo insensato es pasarse el resto del campeonato a remolque de sensanciones esperanzadoras si ganas y pesimistas cuando pierdas. Todo a su tiempo, con calma pero sin bajar la guardia.