Ni suerte ni puntería

Un solitario gol de Bacca al cuarto de hora le bastó a un mal Villarreal para batir a un Mallorca muy voluntarioso, pero tan ineficaz en ataque como vulnerable en defensa, por poco que los locales intentaran siquiera aproximarse a la portería que Reina defendió bien en sendos disparos de Trigueros y Gerard Moreno. Y si, Baba estrelló dos tiros en el travesaño, Asenjo intervino con acierto en dos ocasiones, Cucho la envió fuera sin portero no estorbos e incluso al final la pelota rondó de rebote en rebote a un metro de la línea de meta sin llegar a rebasarla. Todo cierto y tan evidente como el resultado final.

ALINEACIONES:

Villarreal CF.- Asenjo (1), M.Gaspar (1), Albiol (2), Pau (2), A.Moreno (1), Anguissa (0), Trigueros (1), Chkwueze (2), Cazorla (0), Alcácer (0) y Bacca (1).

Minuto 45, Moi Gómez (1) por Cazorla. Minuto 59, Gerard Moreno (1) por Bacca. Minuto 69, Quintillá (1) y Morlanes (1) por A.Moreno y Alcácer. Minuto 85, R.Peña (-) por Trigueros.

R.Mallorca.- Reina (1), Pozo (1), Valjent (1), Raillo (1), Sedlar (1), Gámez (1), Baba (2), Febas (0), T.Kubo (2), Lago Jr. (0) y Cucho (0).

Minuto 59, Budimir (1) por Kubo. Minuto 66, Salva Sevilla (1) por Valjent y Trajkovsky (1) por Febas. Minuto 84, Sastre (-) y Chavarría (-) por Pozo y Lago Jr.

ARBITRO:

Estrada Fernández (1) del Comité de Cataluña. Algo excesivo con las tarjetas, se guardó la segunda a A.Moreno, del Villarreal, por un codazo a Pozo en la primera parte. Las vieron el propio lateral amarillo, así como sus compañeros Albiol y Pau. Por el Mallorca Sedlar, Raillo, Febas y Fran Gámez.

GOL:

Chukwueze se escapa por la banda desde el centro del campo dejando atrás a Gámez, lanza un centro chut raso ya dentro del área al que no llega Valjent después de que el balón pase entre las piernas de Sedlar, pero si Bacca que solo tiene que empujar a la red. 1-0

COMENTARIO:

Lo fácil es quedarse con las oportunidades perdidas, con la mala suerte en los remates, con el dominio territorial gentilmente cedido por el anfitrión o el acoso al que fue sometido durante casi toda la segunda parte y parte de la primera. Pero este tipo de reflexión no conduce a nada, pues el examen de conciencia va necesariamente asociado al inmediato acto de contrición y, para resumirlo en pocas palabras, sin laterales y sin gol es difícil ganar partidos.

Claro que el balón estuvo en poder de los mallorquinistas casi todo el tiempo pero, como le gustaba recordar a Cúper, uno lo tiene para hacer algo con él, la posesión «pa ná» es tontería. Y Javi Calleja ya había advertido que lo más importante era marcar primero, así que lo sucedido tras inaugurarse el marcador estaba más que cantado. ¿Qué hizo el Mallorca ante este previsible repliegue?. Veamos.

Lo primero excluir a todo delantero que no fuera Kubo. El japonés es muy bueno, mucho, pero no está para ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro. Había que intentar algo más y las únicas ocurrencias observadas fueron el constante bombardeo, bombeo si hablamos en propiedad, de pelotas aéreas sobre el área levantina con amplia ventaja para su portero y defensas. Como planificar un ataque de artillería al completo, cañones incluidos, pero sin pólvora, solo cohetes con mucho ruido, luz y humo y alguna que otra salva.

Por si fuera poco, Vicente Moreno quemó sus naves presa tanto de sus nervios como de la impotencia de su escuadra. De pasar todo el juego por Take, a remitirlo al banquillo. De empezar con un 5-4-1 en repliegue a un 3-4-3 en ataque y terminar con un 4-4-2 o vayan ustedes a saber lo que era aquello, un galimatías con once muñecos en torno a sus dominios agobiados por interminables centros laterales, sobre todo de Pozo, que nunca llegaron a su destino. Los de Gámez, sin remitente.

Ahora, créanme, es mejor analizar con calma todo esto en lugar de llorar por los reveses de la fortuna.