No hay quien lo entienda

No creo que nadie en su sano juicio pueda entender cuál es el criterio que guía la política de fichajes del Mallorca, aunque aun comprendo menos que todo el mundo trague sin el menor atisbo de crítica quizás a la espera de la filtración de alguna noticia interesada previo paso por la censura de Molango.
A ver cómo se explica la contratación de tres delanteros presentados como los grandes artilleros de Segunda B –Buenacasa, Moyita y Diego Molina- para luego salir corriendo a por Carlos Castro del Sporting, cuarto en discordia y cuyo historial reciente es:
Temporada 2016-17, 1ª división, titular en 10 partidos de los que solamente acabó 4. Marcó 4 goles. Su equipo descendió a 2ª.
Temporada 2017-18, 2ª división, titular en solo 5 partidos de los que no completó ninguno. Marcó 1 gol y vio una tarjeta roja.
Si esta es la estrella del verano, más vale no pensar lo que será el resto. Y no le valoro, no lo hago nunca antes de que jueguen suficientes partidos para ello, pero el caso es que si es tan bueno ¿para qué queremos otros tres? y si no, ¿para qué se le ficha?.
Hay más. Dos prometedores futbolistas del Mallorca B, Angel Sánchez y Alberto Fernández fichan por el Espanyol B. En sentido inverso, un central argentino que los periquitos han cedido durante tres temporadas a equipos de Segunda B, el último el Ontynent, Franco Russo, recala en el Mallorca. Una operación de birlibirloque que concuerda con el pasado espanyolista del director deportivo bermellón, Javier Recio. No sugiero un intercambio, es una simple coincidencia, limitaciones logísticas aparte.
De locos, por no profundizar más en otras consideraciones. ¡Vamos, que nos vamos!