Otra intepretación

Siempre he dicho que uno de los problemas de las reglas del fútbol radica en dejar su interpretación al árbitro, en algunos casos. En todos, alimentar cuanto contribuya a confundir al espectador resulta perjudicial. Por ejemplo el no levantar la bandera para indicar un fuera de juego hasta que el infractor toque la pelota.

Sé que lo que voy a decir molestará a muchos, pero el periodista deportivo debe analizar con la máxima frialdad y sin dejar que sus sentimientos influyan en sus criterios. Eso le diferencia del aficionado de a pie, entregado lógicamente a los suyos con razón o sin ella.

Ya escribí previamente al partido que el árbitro vasco Gorostegui Fernández fue el último clasificado en el Trofeo Guruceta de la temporada pasada, cuyas puntuaciones no suelen coincidir con las del Comité de Arbitros, pero indudablemente no es de lo mejor de Segunda ni por aproximación.

Ahora bien, estudiemos detenidamente su actuación del sábado en Son Moix en la que influyen cuatro jugadas concretas. En la primera anula un gol a Raillo por aparente posición antirreglamentaria. Todo depende del momento en que su asistente levanta el brazo, porque al hacerlo tardíamente no queda claro si marca el momento del remate o el instante previo.

Luego, ya en la segunda parte, corta un contraataque muy claro del Málaga para señalar un fuera de juego de un atacante del Mallorca sin aplicar la ley de la ventaja y con bastante retraso. A la siguiente para el juego debido a que un futbolista visitante, Blanco Leschuk, se ha quedado en el suelo pero, ¡ojo!, no lo hace enseguida sino también tras continuar la acción.

Finalmente, Raillo comete falta sobre Harper que no señala porque esta vez si que aplica la ley de la ventaja a favor de los malagueños. Pese al choque de cabezas nadie reclama nada al momento, sino que las protestas surgen como resultas de que la jugada termina con el segundo gol de los andaluces. ¿Las reacciones habrían sido las mismas de no mediar el mismo desenlace que daba la victoria, inmerecida, al conjunto visitante?. Seguramente, no. De hecho ambos jugadores, Raillo y Harper, terminaron el partido sin problemas.

Aunque evidentemente se equivocan, es muy fácil descargar en los árbitros le resaca del infortunio o el mal sabor de una derrota injusta e inesperada, pero ¿por qué nadie alude a los errores de Salva Sevilla, Alex López y Abdón al desperdiciar evidentes situaciones de gol que habrían cambiado el marcador final?.

Nos falta rigor analítico y bastante más frialdad para cumplir nuestra misión. Y así nos va.