Prolongación mortal (2-2 en Mestalla)

Nunca lo tuvo más fácil el Mallorca para ganar fuera de casa tras llegar al minuto 90 con una ventaja de dos goles y a pesar de la expulsión de Kang-in Lee poco después del intermedio. Una renuncia total al contraataque permitió a un Valencia desesperado lanzarse a una ofensiva suicida en la que, en honor al refrán, el cántaro fue tantas veces a la fuente que se rompió igualando un marcador tal vez inmerecido, aunque nunca injusto.

ALINEACIONES:

VALENCIA C.F.- Cillessen (1), Foulquier (0), Diakhaby (0), Paulista (1), Gayà (2), Hélder Costa (1), Racic (0), Wass (1), Guedes (1), Hugo Duro (0) y Maxi Gómez (0).

Minuto 46, Alderete (1) por Diakhaby, Marcos André (1) por Maxi Gómez y Carlos Soler (1) por Racic. Minuto 63, Vallejo (1) por Hugo Duro. Minuto 74, Jason (2) por Foulquier.

R.MALLORCA.- Reina (1), Maffeo (1), Valjent (2), Russo (2), Oliván (1), Baba (3), Galarreta (1), A.Sánchez (1), Kang-in Lee (2), D.Rodríguez (2) y Angel (2).

Minuto 61, Fer Niño (1) por Angel. Minuto 74, Battaglia (1) por Galarreta y Lago Jr. (1) por Dani Rodríguez. Minuto 84, Jaume Costa (-) por A.Sánchez.

ARBITRO:

Del Cerro Grande (2), madrileño. Tuvo mucho que pitar y acertó en lo decisivo en un partido complicado para arbitrar. Bien concedido el segundo gol del Mallorca, al igual que el segundo del Valencia, por un fuera de juego de un futbolista que no intervenía en la acción principal. Sin picar en una caida de Carlos Soler en el área visitante a los 48 minutos y correcta la segunda tarjeta a Kangin-in Lee que significó su expulsión a los 54 minutos. Además amonestó a Diakhaby, Wass, Vallejo y Maxi Gómez, del Valencia, así como a Oliván y Battaglia del Mallorca.

GOLES:

Minuto 31, Kang-in Lee se empeña con un balón sobre la misma línea de fondo, desde donde salva en un palmo dos regates seguidos y centra atrás, Dani deja pasar y Angel fusila desde el punto de penalti. 0-1

Minuto 37, esta vez es Dani Rodríguez quien lucha por un balón perdido justo antes de rebasar el límite, tira sin ángulo, la pelota toca en Diakhaby se cuela por bajo. 0-2

Minuto 92, «pepinazo» de Guedes desde fuera del área, el esférico roza la cabeza de Russo y se cuela cerca de la escuadra izquierda de la meta de Reina. 1-2

Minuto 97, sobre la bocina centro bombeado, uno de tantos, al que llega Marcos André que consigue desplazar hacia atrás donde Gayá, solo, empala de cuchara desde muy cerca. 2-2

QUIEN LA SIGUE, LA CONSIGUE

Por auténtico empecinamiento individual, el de Lee y Dani, el Mallorca validó su mejor juego, colocación y planteamiento a un Valencia que a la vista del fracaso, tuvo que desmontar sus iniciales mini rotaciones para intentar coser el desgarro sufrido. Lo logró por la misma razón, la terquedad, colectiva en este caso, de sus hombres que fiaron a un arreón final y al desgaste visitante, la suerte de una remontada basada en las probabilidades matemáticas de resolución en proporción directa a la cantidad de balones servidos sobre una muralla infranqueable durante muchos minutos.

Aunque los porteros tuvieron poco trabajo en general, los de Luis García Plaza sentaron sus reales sobre el césped de Mestalla gracias a un cuadrilátero perfecto que tuvo su epicentro en un inconmesurable Baba, respaldado por dos centrales infalibles, Valjent y Russo, y dos motores incansables, el coreano y el gallego. Sin batuta ni partitura, la orquesta de Bordalás, se veía superada por la presión mallorrquinista que obligaba a mover a su anfitrión desde muy atrás e impedía sus llegadas, con la ayuda de la extraña disposición de Guedes cambiado de banda, Wass en tierra de nadie y ambos laterales, bien cubiertos por Oliván y Maffeo con la colaboración de Antonio Sánchez y el propio Rodríguez.

Ante tamaño descalabro era lógica la reacción local en la segunda parte. Más que lógica, elemental. Una avalancha bien gestionada merced a una labor defensiva ordenada y relativamente tranquila, amparada en el soniquete martilleante pero poco efectivo del ataque valenciano. El panoarama no cambió a partir de la tarjeta roja mostrada, por doble amarilla, a Kang-in Lee como pudiera parecer. La posición del coreano podía erosionar ligeramente la capacidad de salida para desahogar a sus compañeros, pero tampoco gravaba en exceso la acción defensiva del colectivo. El paisaje se enturbió a partir de la sustitución de Dani Rodríguez, Lago Jr. dejó de entorpecer las subidas de Jason, y el cansancio del debutante Antonio Sánchez, tardiamente suplido por Jauma Costa cuando ya Gayà y compañía hacían de las suyas por la banda opuesta.

Era tarde cuando se igualó el marcador, casi con el tiempo fuera de control. Pero sacar un delantero centro, Fer Niño para actuar de defensa, quitar al más preparado para montar una contra de aviso y esperar a que el reloj corrá más de lo que lo hace por si mismo, equivale a ignorar que vender la piel del oso antes de cazarlo suele traer malas consecuencias y que hasta el rabo todo es toro. Y eso ya ocurrió en San Sebastián hace una semana. Asignatura pendiente porque cero puntos es menos que uno y uno menos que tres.