Políticamente incorrecto (I)

Hace años en un boletín llamado Confidencial que escribía el periodista Antonio Alemany, me calificó como un profesional independiente, lo que tenía su mérito si tenemos en cuenta que yo trabajaba en el Grupo Serra con el que el autor de los discursos de Matas, con trabajos periodísticos anteriores mucho más meritorios, no mantenía una relación nada amigable.

Lo advierto porque no me identifico con ningún partido político, que corrupción mayor o menor la hay en todos, y mis opiniones tanto en el ámbito deportivo como en cualquier otro, son libres y carentes de toda atadura ideológica, publicitaria o interesada.

He visto volver a su puesto al director de un periódico palmesano que ya había fracasado en idéntica función en una etapa anterior. Parece que por fin se va a jubilar para regocijo de sus discípulos. También he visto a clubs de fútbol repescar a entrenadores sin éxito en sus experiencias pasadas, el Mallorca tiene a uno de ellos. Lo que acabo de descubrir es que hay fracasados que insisten en ello con el pobre argumento de que lo harán mejor. Véase a José Ramón Bauzá intentando presidir de nuevo al PP de Baleares y reinicidir en su candidatura a presidir el Govern. Su retorno después de no ver cumplidas sus falsas espectativas de obtener algún puesto en Madrid es realmente patético y, más que un refuerzo para su formación, es una bomba de relojería que lo dividiría no en dos partes, sino en tres o cuatro.  Y es que hay personas que además de no conocer el significado del fracaso, tampoco tienen sentido del ridículo.