Un clásico en el Molinón

Es difícil valorar al Sporting en función del cambio de técnico experimentado hace menos de un mes. Un hombre de la casa y de la tierra, José Alberto, sustituyó a Rubén Baraja y cuenta sus tres partidos de liga con dos victorias, una de ellas de mérito en Granada, y un empate. Además es el único superviviente de segunda división en la Copa, en la que se enfrentará en octavos al Valencia después de eliminar al Eibar.

A priori no es un enemigo fácil y El Molinón uno de los estadios con mayor asistencia de público que ocupa el 70 por ciento de su aforo de manera habitual. 20.000 almas que ya quisiéramos ver en Son Moix incluso en partidos de lujo.

Engullido en la mediocridad de la clasificación debido a su irregular primer tercio de liga, es uno de los llamados a presentar su candidatura en el tramo final. Tuvo que reforzar mucho su ataque, una delantera en la que no contó con Carlos Castro lo cual, dados sus escasos efectivos, no dice mucho en favor del actual estilete mallorquinista. La única baja anunciada es la del zaguero francés Peybernes.

Vicente Moreno no se sentará en el banquillo debido a la sanción impuesta por el Comité de Competición en base a su expulsión el pasado sábado a raiz del segundo gol del Málaga. Un castigo quizás exagerado. Transmitirá sus instrucciones a Dani Pendín, con quien se entiende incluso en sueños. No hay que temer. En todo caso la actitud de sus pupilos tampoco admite dudas.

Arbitra el madrileño Moreno Aragón, que repite con el Mallorca al que dirigió en Palma en la visita del Extremadura (1.1), sin llamar demasiado la atención. Recordemos que es su segunda temporada en la categoría, sin amenaza de descenso ni progresión para el ascenso.