Un plano del calendario

Por el momento el Mallorca necesita mantener su buena posición con dos partidos consecutivos en casa, Elche y Oviedo, en los que sería importante asegurar al menos cuatro puntos. Ganar ambos compromisos ya sería ideal. Pero, si bien la presión se la pone uno mismo, como recordaba con frecuencia el siempre añorado y parafraseado Luis Aragonés, tiene una parte del calendario idónea para llegar al sprint final, nada fácil por cierto, con fundadas esperanzas de aspirar a alguna candidatura.

Por ahora no depende de si mismo. A dos puntos del Cádiz siempre tendrá el golaverage a favor y sería importante ganárselo también al equipo asturiano por si las moscas. Por detrás viene el Almería, muy cerca, pero sería un error volver la mirada hacia la rueda trasera en lugar de seguir la estela de la delantera.

Cuando la competición abandona la velocidad de rodadura y sus motores aceleran para despegar, vienen cuatro o cinco partidos en los que tendrá que apretar. Vicente Moreno seguro que ya lo ha estudiado. A partir de la jornada 32 sumará los tres puntos del Reus, como todos, y recibe al Rayo Majadahonda con una semana de descanso entre los viajes a Córdoba y Numancia, campos para terminar con sus discretos resultados fuera de Son Moix si es que no ha ganado antes en el estadio de Gran Canaria.

Luego viene lo peor: visitas al Deportivo y al Málaga, con el Granada de por medio en Palma. Será anfitrión del Gimnastic, una perita en dulce, y terminará en Almendralejo contra un Extremadura quizás ya descendido.

Hagan sus cálculos, dejen que los jugadores vayan partido a partido, pero mientras ellos lo hacen nosotros podemos entretenernos jugando a loa acertijos.