Bien está lo que bien acaba (0-2 en El Sadar)

Un gol de Angel un minuto después del descanso desarboló a un Osasuna, competitivo, mejor y peligroso en la primera parte, que desapareció del campo a partir de que el Mallorca dejara en el vestuario la ansiedad y el miedo con el que había empezado la cita decisiva. Grenier, que había sustituido a Antonio Sánchez neutralizó el riesgo de un eventual empate al aprovechar un rechace del portero local a remate de Abdón cuando ya no había tiempo ni ganas de voltear el marcador.

ALINEACIONES:

C.A. Osasuna.- S.Herrera (2), Ramalho (1), David García (1), Unai García (1), Cote (1), Oier (1), L.Torró (1), Brasanak (1), Rubén García (0), Chimy Avila (0) y Budimir (2).

Minuto 62, Kike Barkja (0) y Kike García (0) por R.García y Ch.Avila. Minuto 70, R.Torres (0) por Oier. Minuto 74, Iñigo Pérez (1) y J.Areso (1), por Cote y Ramalho.

R.Mallorca.- Reina (1), Maffeo (2), Valjent (1), Raillo (1), Oliván (1), J.Costa (1), Battaglia (2), Salva Sevilla (1), A.Sánchez (1), Angel (2) y Muriqi (2).

Minuto 64, Dani Rodríguez (1) y Abdón (1) por Salva Sevilla y Angel. Minuto 72, Grenier (1) por A.Sánchez. Minuto 72, Russo (1) por J.Costa.

ARBITRO:

Soto Grado (2), del Comité riojano. No tuvo complicaciones, ni se las buscó. Mostró tarjetas amarillas a David García y Lucas Torró del Osasuna y a Reina por perder tiempo, Maffeo por protestar y al técnico Javier Aguirre por la misma razón.

GOLES:

Minuto 46, Maffeo recorre la frontal del área en horizontal, toca sobre Muriqui que toca de pared sobre Angel quien gana la acción a Unai García y bate por bajo a Sergio Herrera. 0-1

Minuto 83, centro de Dani Rodríguez, cabecea Abdón rechaza Sergio Herrera en un gran escorzo, pero el balón le cae a Grenier que no perdona. 0-2

Unos 500 mallorquines se desplazaron para presenciar el partido, sin dejar de animar a su equipo

EL MALLORCA ESTA EN PRIMERA

Pero recuerden que en este blog nunca se dudó de ello aunque la debacle ocasionada por el Granada en Son Moix pusiera en peligro el pronóstico. No es presunción, ya que apostábamos por el descenso del Cádiz y finalmente han caído los nazaríes. Pero ciñámonos al partido que ahora habrá suficientes días para entrar en otras materias.

El comienzo fue preocupante. Durante los primeros veinte minutos los de Javier Aguirre, 5-3-2, no había olido siquiera la pelota. Solo la falta de puntería de Budimir y la concentración ultra defensiva del equipo impedían que las cosas se pusieran peor de lo que se podían intuir. Reina estuvo a punto de dejar el balón a los pies del único enemigo que andaba por allí con la suerte de que el benefactor no esperara tamaño obsequio, corría la media hora y el susto fue contrarrestado por un testarazo de la marca Muriqi que salió alto en la primera, si la primera, llegada del equipo que no tenía más opción que ganar. El intermedio resultó reparador para unos jugadores prisioneros ya no de sus conocidas limitaciones, sino de su propia ansiedad, temor y precipitación.

En medio de la incertidumbre cambió el paisaje. Una combinación de manual, de las que no hubo en la fase inicial, iniciada por Maffeo en una de sus incursiones en terreno adversario y cosida por el kosovar a los pies de Angel, certificó el billete para la permanencia, serenó el nerviosismo, redobló la seguridad de la retaguardia y convenció al anfitrión de la inutilidad de sus balones bombeados sobre una zona en la que los jugadores vestidos de blanco superaban en número y fuerza a los voluntariosos pero alicaidos artilleros de rojo.

Osasuna se rindió a la evidencia mientras el Mallorca se aplicaba a conservar su conquista sin concesiones a la galería ni al espectáculo. Dani y Abdón entraron de refresco y pusieron tierra de por medio a la menor oportunidad. El riesgo de un empate casual se minimizó pese a los cambios introducidos por Arrasate que llegó a prescindir de sus laterales para hallar más precisión en la zurda de Iñigo Pérez. Ya era muy tarde y la fiesta había empezado antes de que Grenier la sentenciara y se rondara más un tercer impacto que un revés inesperado.

Disfrutemos el momento. Balance a partir de mañana.