Dieron la cara….y se la rompieron

Con un gol precedido de falta y fuera de juego, cuya segunda acción ni siquiera fue revisada, el Madrid encarriló su victoria ante un Mallorca a ratos valiente y descarado que dio la cara en todo momento aunque pagó nuevamente su evidente falta de gol y acabó abofeteado en la segunda mejilla con el lanzamiento por parte de Sergio Ramos de una falta por mano de Raillo al borde del área. Un resultado que no admite objeciones dada la superioridad local, pero si matices dignos de ser destacados. Aparte, el debut del joven de 15 años Luka Romero, el futbolista de menor edad que debuta en el fútbol español de primera división y disfrutó de sus primeros diez minutos en la élite.

ALINEACIONES:

R.Madrid.- Courtois (1), Carvajal (1), Varanne (1), Sergio Ramos (2), Mendy (1), Valverde (1), Modric (1), Bale (1), Hazard (1) Vinicius (1) y Benzema (1).

Minuto 57, Kross (1) por Hazard. Minuto 70, Isco (1) y Asensio (1) por Modric y Bale. Minuto 82, Mariano (-) y Brahim (-) por Benzema y Vinicius.

R.Mallorca.- Reina (2), Pozo (1), Valjent (1), Raillo (1), Sedlar (1), Lago Jr. (2), Baba (2), Febas (1), Dani Rodriguez (1), Take (2) y Budimir (0).

Minuto 60, Salva Sevilla (1), Gámez (1) y Cucho (1) por Febas, Budimir y Valjent. Minuto 69, Salibur (1) por Lago Jr. Minuto 82, Luka (-) por Baba.

ARBITRO:

Melero López (0), del Comité de Andalucía. Una actuación normal de no mediar su grave error en el primer gol. Mostró tarjetas amarillas a Ramos, que se jugó la segunda, Mendy, Kross y Modric, del Real Madrid y a Budimir, del Mallorca.

GOLES:

Minuto 20, Carvajal hace falta a Dani Rodriguez cerca del círculo central, se filtra un pase en profundidad sobre Vinicius ante el que Bale, en fuera de juego, abre las piernas para que el balón llegue al brasileño, quien pica sobre la salida de Reina. 1-0

Minuto 55, en un balón dividido al borde del área, el árbitro pita mano, codo en realidad, de Raillo. La transforma Sergio Ramos por encima de la barrera sin que Reina pueda siquiera moverse. 2-0

COMENTARIO:

No se puede entender el partido sin mi blog de la previa. Por una parte el texto de la justificación del regreso de la competición por parte del CSD («Representación de España. El autor o autores, ¿del panfleto?, destacan que las «marcas» Real Madrid y Barça son de las diez más potentes del mundo. La reanudación de las competiciones repercutiría a través de ambos clubs en una mejora del prestigio de España y un ejemplo a seguir como adalid del regreso a la actividad«.) y por otro lado, la designación de uno de los peores árbitros de la categoría (Arbitra, es un decir, el andaluz Melero López. Nadie se quejará.). Y no es que el Real Madrid no fuera y está por encima del Mallorca, pero la concesión del primer gol merengue, a todas luces objeto de invalidar, marca el devenir de un lance que el equipo más modesto comenzó con un control más que apreciable antes de la acción fatal. Pero, en caso de duda, a barrer para el poderoso. Sin olvidar que en el VAR actuaba otro desecho del arbitraje, el gallego Iglesias Villanueva, al que para compensar de un descenso seguro, decidieron premiar con la cabina del vídeo para que siga chupando del bote.

Dicho lo cual, si, no hay mucho más que objetar a un resultado que pudo ser mayor de no mediar en los primeros minutos dos grandes paradas de Reina, eso si, con la réplica de un tiro de Baba que Courtois consiguió desviar a corner con la punta de los dedos. Pero, en efecto, los bermellones ponían el juego bajo la batuta de un buen Febas que fue decayendo, un Lago Jr. con trazas de lateral zurdo y los intermitentes pero siempre peligrosos escarceos de Take Kubo, deseoso de agradar en casa de su patrón, mientras el Madrid de Zidane, con ayudas o sin ellas, ponía los goles.

Los de Vicente Moreno, tocados tras encajar el primero y casi hundidos después del segundo, dominaron en algunas fases el centro del campo, pero para morir inevitablemente en cuanto pisaban los aledaños próximos a Courtois. Una pena, porque Budimir, desconocido desde el confinamiento, tuvo en su cabeza primero y en su zurda después, posición y ocasión para no regalar la pelota ingenuamente al portero belga.

Se hace difícil creer en la pureza del campeonato, pero eso sería materia para otro comentario al margen del encuentro y de sus protagonistas. Solo constatar la bisoñez de los artilleros baleares y lamentar que ante equipos menos fuertes, Leganés el ejemplo más reciente, no hayamos visto ni por asomo una parte de lo mostrado en Valdebebas. Misterios de la motivación. Seguramente.