Hasta el último aliento (2-1 en Son Moix)

Un gol de Abdón en el minuto 92 permitirá al Mallorca luchar por la permanencia el próximo domingo en Pamplona con un ojo puesto en Vitoria donde el Alavés, ya descendido, cerrará su penosa temporada con la visita del Cádiz. Esta lucha hasta el último segundo del partido y de la liga mantiene en vilo a una afición y un equipo poco convincente en este sprint final que probablemente decidirá el capricho de la fortuna.

ALINEACIONES:

R.Mallorca.- Reina (1), Maffeo (1), Valjent (1), Raillo (1), Oliván (1), J.Costa (2), Battaglia (1), Salva Sevilla (1), A. Sánchez (1), Angel (1) y Muriqi (2).

Minuto 63, Dani Rodríguez (0) por J.Costa y Kubo (1) por A.Sánchez. Minuto 73, Abdón (1) por Angel. Minuto 83, Lee Kang-in (-) por Salva Sevilla.

Rayo Vallecano.- Dimitrievsky (1), Balliu (1), Maras (1), Catena (1), Fran García (1), P. Ciss (2), O.Valentín (0), M.Hernández (0), Nteka (0), Alvaro (0) y Falcao (0).

Minuto 60, Bebé (1) y S.Guardiola (1) por M.Hernández y Nteka. Minuto 74, K.Rodrigues (0) por P.Ciss. Minuto 87, M.Suárez (-) y M.Sylla (-) por O.Valentín y Falcao.

ARBITRO:

Munuera Montero (2), de Jaén. Algo permisivo, pero sin graves errores. Tarjeta amarilla a Muriqi. Concedió un minuto de refresco en cada tiempo, prolongaciones de 4 y 5 minutos por período aparte.

GOLES:

Minuto 12, balón bombeado por Jaume Costa medido a la cabeza de Muriqi, impecable en el remate. 1-0

Minuto 59, Pathé Ciss de cabeza al rematar un saque de esquina. 1-1

Minuto 92, Maffeo cuelga un balón sin aparente peligro, pero el rechace cae en el segundo palo donde Abdón conecta con el interior desde muy cerca, el balón pasa entre las piernas de Balliu y se cuela raso junto al palo opuesto. 2-1

17.930 espectadores

JUGAR CON FUEGO

Javier Aguirre no parece tener las ideas muy claras. Temeroso de repetir la debacle desatada por el Granada hace ocho días, se agarró al fetiche del punto sumado en Sevilla hace cuatro. Cinco defensas, muro de hormigón delante de Reina y todos, incluso el pundonoroso Muriqi, por detrás de la pelota en cuanto la domina el contrario que, dicho sea de paso, fue durante dos terceras partes del tiempo. El técnico mexicano invierte el lema y cree que, dadas las circunstancias, el mejor ataque es una buena defensa.

El gol del albanés antes de alcanzar el primer cuarto de hora abonó su plan habida cuenta de que la primera vez que el Rayo pisó el área local, excepción hecha de una llegada con remate desviado de Balliu, no se produjo hasta después del intermedio. Con Falcao perdido y solo frente a tres centrales y las bandas reforzadas por A.Sánchez al lado de Maffeo y Salva Sevilla en el de Jaume Costa, la posesión vallecana se hacía cansina, aburrida y recordaba las ausencias de Trejo y Comesaña, cerebros del conjunto de Iraola firme aunque lento y espeso.

Es justo reconocer que, gol aparte, el Mallorca, pendiente de cerrar sin interés en abrir, tampoco había pasado del círculo central. De hecho infundió un temor innecesario al exagerar sus deseos de protección en una gesto de evidente invitación que el visitante no desaprovechó. Pathé Ciss puso el empate en el marcador y la congoja en la grada y entonces y solo entonces, el anfitrión no tuvo más opción que intentarlo. Precipitado y mal, como de costumbre. Pasó a defender con cuatro y atacar con el resto, salvo Battaglia, confiando en las diabluras de Kubo e incluso los potentes saques de banda de Oliván.

Por suerte Falcao, ya ex futbolista, fue incapaz de definir un uno contra uno frente a Reina. Iraola había refrescado su medular, pero el empuje, que no el acierto, de los locales, le impedía aprovechar espacios. Defendía sin excesivos apuros hasta que, con lo oidos en Cádiz y la mente en blanco, uno de los últimos pelotazos servidos al área en busca de la testa de Muriqi le cayó al omnipresente Abdón, hacedor de milagros. No remató bien, pero lo suficiente para que Dimitrievsky no pudiera reaccionar cuando la pelota se colaba entre las piernas de Balliu. Gol con sotana incluida, victoria y delirio. Osasuna y Alavés, ¡qué cosas!, dictarán sentencia.