Positivos y negativos

El Mallorca no tiene que mirar a su espalda, sino de frente. En mi opinión volver la vista para vigilar la proximidad del Espanyol o el Leganés no conduce a nada, más bien debería otear la distancia, mínima, que le separa del Eibar y del Celta. Vascos y gallegos son los únicos de quienes depende su progresión ya que para mantener por detrás a catalanes y madrileños depende de si mismo.

La antigua clasificación en la que se añadía a los puntos el signo + o el – para señalar la equivalencia de los mismos en relación a la trayectoria como local o visitante de cada equipo añadía un significado psicológico que hoy veríamos reflejado en el lamentable partido del viernes en Son Moix. El mismo resultado, un empate, sería valorado negativamente para los de Vicente Moreno y positivamente para el equipo de Javier Aguirre. Y en honor a la verdad, esta es precisamente la huella marcada en el ánimo de los jugadores: sabor a derrota en los de casa y de dulce victoria en el vicecolista. Por muchas vueltas que le demos, no hay más efectos o consecuencias que, por otra parte, no son pocas.

De acuerdo con este desaparecido sistema, el Mallorca sería colista con -13; por encima Espanyol y Leganés con -11; Eibar, -9 y Celta, -6.

La interrupción de las competiciones ha influido de distinta manera en cada competidor. Si nos basamos exclusivamente en los resultados no le ha sentado nada bien al Mallorca, cuya victoria en Ipurúa antes del parón pareció dar alas. Quizás como las del legendario Icaro, a quien se le fundieron al volar cerca del sol pues eran de cera. A lo mejor este es el problema, que los americanos querían volar demasiado arriba con un CEO sin conocimientos de aeronaútica y un piloto al mando de una tripulación como mínimo inexperta e incompleta. De eso ya hablaremos dentro de un mes.