De mal en peor

Sin demasiado esfuerzo, el Real Valladolid arrolló a un Mallorca sin acordes ni guitarra que, pese a la baja intensidad local, nunca encontró el camino para crear peligro ante la meta de Masip y con una alineación sorprendente al principio y alocada al final, acabó goleado y desquiciado en medio de su propia mediocridad y desesperación.

ALINEACIONES:

R. Valladolid.- Masip (1), Moyano (2), K.Olivas (2), Salisu (1), Barba (1), Joaquín (2), Michel (1), Oscar Plano (1), Toni Villa (1), Sergi Guardiola (0) y Enes Unal (1).

Minuto 63, Alcaraz (1) por Michel. Minuto 71, Sandro (2) por Guardiola. Minuto 85, Antoñito (-) por Joaquín.

R.Mallorca.- Fabricio (0), Sastre (0), Valjent (1), Raillo (1), Lumor (1), Pedraza (0), Kubo (1), Dani Rodríguez (0), Salva Sevilla (2), Lago Jr. (1) y Budimir (1).

Minuto 60, Febas (1) por Pedraza. Minuto 67, Ariday (0) por Kubo. Minuto 75, Abdón (-) por Salva Sevilla.

ARBITRO:

Medié Jiménez (1), del comité catalán. Sin complicaciones, fue protestado al decretar un bote neutral en un balón que había tropezado con él favoreciendo el rebote al Valladolid. Mostró tarjetas amarillas a Joaquín, Míchel, Alcaraz  Enes Unal y Sandro (a este fuera del terreno de juego) por parte local y a Salva Sevilla, Sastre, Febas y Valjent del Mallorca, además de una amonestación a Vicente Moreno en la primera parte.

GOLES:

Minuto 39, Joaquín de cabeza en el segundo palo al rematar un saque de esquina. 1-0

Minuto 47, Raillo y Fabricio no se entienden en una cesión, pugna Enes Unal y el portero le derriba cerca del punto de penalti, pena que señala el árbitro. Lo transforma el propio afectado de tiro fuerte y por el centro. 2-0

Minuto 93, Sandro con un chut alto y fuerte unos metros antes de la frontal del área. 3-0

COMENTARIO:

A la vista de la alineación inicial cabría preguntarse con qué argumentos pensaba Vicente Moreno ganar en el Nuevo Zorrilla. Si pensamos en rotaciones no encaja relegar a Reina al banquillo salvo que el técnico quisiera enviar otro mensaje a Molango del tipo “ni siquiera me has fichado un portero suplente”. Claro que Fabricio, desafortunado, no tiene nada que ver con supuestas reivindicaciones internas. Descartada la intención rotatoria solo nos queda deducir que al técnico le invaden las dudas a la hora de encontrar soluciones para problemas que no las tienen. Desde luego no se arregla nada sacando del equipo a uno de sus jugadores más creativos, Febas, convencernos de que Kubo corre mucho pero no aporta nada más que el toque exótico que tanto agrada en Son Moix o insistir en la soledad de Budimir a la espera de cazar algún balón en condiciones.
  Lo peor no es perder contra el Valladolid, sino caer con estrépito sin que tu anfitrión necesite despeinarse. Caer con la enciclopedia del querer y no poder en la mano sin que ni siquiera con el marcador por estrenar, los de Sergio vislumbraran otra posibilidad que la de ganar a un equipo sin pólvora ni otra luz que la que alumbra Salva Sevilla al proyectar sus haces de experiencia sobre un mar oscuro cada vez más embravecido. Por si fuera poco y en plena desesperación, no surgió otra idea que la de suplir al veterano para meter cera en ataque, el inevitable Abdón, sin un solo hombre capaz de encender una vela. Y Baba en la banda para descansar del jueves.
  No creo que Pucela vea un partido más fácil en todo lo que queda de liga. Al mallorquinismo, a los jugadores, al cuerpo técnico y a la cúpula directiva, les conviene olvidar cuanto antes que en Palma fue derrotado el Madrid. Si, ese enemigo que el sábado era incapaz de perforar una sola vez la meta del equipo más goleado hasta la fecha, el Betis que, como el Mallorca, también se mantuvo invulnerable sin el miedo escénico que otrora provocaba el Santiago Bernabéu y no en Sevilla ante su parroquia. Y si, la comparación es tan odiosa como casi todas. Pero es que la reflexión no tiene más cuerda. Al menos para ridiculizar individualmente a algunos de los futbolistas de medio pelo convertidos en héroes de pacotilla por reciente que sea el pasado.