Efectos colaterales inmediatos

El fichaje de Sergio Rico por el Mallorca tiene efectos colaterales inmediatos, supone la jubilación anticipada de Reina, el ostracismo definitivo de Dominic Greif o interrumpe la proyección del joven Leo Román. Nada sale gratis en esta operación, al margen del porcentaje de su ficha que haya aceptado asumir el Paris Saint Germain si es que lo ha hecho, lo que nunca sabremos sobre todo si lo han de divulgar desde Son Moix. Ya el tiempo dirá quién o quiénes han sido las víctimas.

Tampoco sabemos si a lo largo de los diez días que restan antes de que se cierre el mercado de invierno habrá más incorporaciones. Al contrario de lo que parece no se han ido tres jugadores para que entren otros tantos, pues no hablamos en términos cuantitativos. No ha habido tres bajas sino tres descartes, cuestión de matices o de semántica. ¿Hablaríamos de tres bajas si el Real Madrid prescindiera de Mariano, Jovic e Isco?. Claro que no. Lago Jr., Febas y Sastre eran futbolistas que no contaban, un estorbo para el entrenador y un lastre para la cuenta de gastos del presupuesto, por tanto nadie en el club, nadie, está pensando en incorporar tres refuerzos, entre otras cosas porque la búsqueda se centra en profesionales polivalentes aptos para ocupar más de una demarcación.

Sobreviven viejos tópicos en el mundo del fútbol. «Hay que fichar hombres y no nombres» o «un talonario no basta para hacer un equipo» son algunos de ellos. Tanto uno como otro significan que sea poca o mucha la ilusión que generen los nuevos, es sobre el terreno de juego donde hay que verlos y valorarlos. Un consejo de diablo que si es que sabe algo solo es por viejo.