Esfuerzo sin premio (1-0 en el Santiago Bernabéu)

El Mallorca empató a postes con el Real Madrid, lo que ya tiene mérito, quizás no mereciera perder con cierta crueldad, el remate de Rudiger en un saque de esquina ya en el minuto 77, pero los el de Ancelotti es este equipo que si no das la cara te avasalla y si la das, como fue el caso, te la rompe. La defensa de los de Javier Aguirre, con Rajkovic inconmensurable en tres intervenciones prodigiosas, apenas concedió ocasiones a un anfitrión que, salvo escaramuzas individuales de Vinicius en la primera parte, encontró el gol sin haber hallado el camino para alcanzarlo.

ALINEACIONES:

R.Madrid.- Lunin (1), Carvajal (1), Tchouameni (1), Rudiger (2), F.García (1), Valverde (1), Kroos (0), Modric (1), Bellingham (0), Rodrigo (0) y Vinicius (1).

Minuto 58, Brahim (0) por Vinicius, Minuto 66, Joselu (0) por Kroos. Minuto 84, Lucas V. (-) por Modric y Ceballos (-) por Rodrigo.

R.Mallorca.- Rajkovic (2), Maffeo (1), Gio (2), Raillo (1), Nastasic (1), V. der Heyden (1), Morlanes (1), Samu (2), A.Sánchez (2), Dani Rodríguez (1) y Larin (1).

Minuto 45, Lato (1) por Van der Heyden. Minuto 72, S. Darder (1) por Dani Rodríguez, Mascarell (1) por Morlanes y Abdón (1) por Larin. Minuto 82, Amath (-) por A.Sánchez.

ARBITRO:

Muñiz Ruiz (2), de Pontevedra. Pitó 12 faltas a favor del Real Madrid y 5 del Mallorca, pero sin errores. Excelente, aunque corto en la prolongación de la segunda mitad, solo 3 minutos y excesivo con algunas tarjetas: Rodrigo por los locales y Maffeo, Nastasic y Van der Heyden por los visitantes. Un colegiado recto, bien colocado, sin aspavientos, firme y tranquilo.

GOL:

Minuto 77, córner que bota Modric a la derecha de Rajkovic y más allá del punto de penalti, Rudiger gana la posición a Raillo y cabecea a una escuadra. 1-0

MANUAL DE RESISTENCIA

El técnico mexicano impuso su libro gordo a su llegada y, sin encontrar la manera de jugar a otra cosa, ha logrado la perfección de su sistema. Pero para hacerle daño al líder es preciso que juegue mal, tu equipo lo haga muy bien y, además, tener suerte. Al Mallorca le faltó ayer esta última condición, la fortuna, entre otros detalles que definen y marcan las diferencias.

Decía Macario, después de driblar a todo contrario que le salía al paso y, solo ante el portero, rematar a las nubes que si además de repetir la jugada hubiera marcado, sería internacional en lugar de militar en el Mallorca. Y, en efecto, si esta escuadra fuera capaz de precisar sus pases, incluso en corto, y transformara sus escasas oportunidades no lucharía solo por la permanencia, sino para competir en Europa.

No es moco de pavo ordenarse con tanta disciplina, esfuerzo, solidaridad y diligencia que convierta a un rival que aspira a montar su propia Superliga, en un anfitrión vulgar que dependa de la puntual genialidad de alguna de sus estrellas. En un plano exclusivamente individual, tiene mérito que el futbolista del campeonato con mejor llegada en segunda línea, Bellingham, apenas pise una sola vez el área que has cerrado a cal y canto.

Sin saber cómo ni dónde ubicar a Sergi Darder, el mejor futbolista de la plantilla con ventaja, el «Vasco» ha tirado por la calle de en medio para regresar a sus orígenes. Una práctica que, curiosamente, puede salir bien ante uno de los grandes y así se ha demostrado frente al Barça, el Madrid o el Atlético, pero no tan seguro ante rivales que usan las mismas armas o similares. Pero esto es harina de otro costal.

En el super estadio construido por Florentino Pérez, el Mallorca defendió admirablemente, contraatacó con sentido las pocas veces que pudo y, tal como advertía Aguirre en la víspera, mostró personalidad. ¡Ay! si sendos remates de Antonio Sánchez y Samu van dentro en vez de al poste, pero como contrapartida también tuvieron protagonismo los palos de la portería adversa. Bien es verdad que uno era el Madrid y el otro, no. Cual faraones egipcios: «que así se escriba y así  se cumpla».