Esto no se hunde, aunque lo parezca

Messi ha decidido irse a Miami. No había palancas suficientes. El Betis se obliga a una nueva ampliación de capital, dicen que el Atlético de Madrid está en venta, que Gil Marín lo quiere dejar y que incluso los Roig, padres y mecenas del Villarreal, deshojan la margarita de la transacción. Se acaba de publicar que Ronaldo, propietario del Real Valladolid, que acaba de descender a segunda división, lo tenía colocado por 80 millones de euros de haber permanecido en Primera. Y, menos el Barça, todos hipotecados a 50 años con el préstamo del fondo CVC con el que se están reformando las instalaciones. Cuando veas los estadios del vecino retocar, pon el tuyo a pica y palo.

Quién sabe si Peter Lim, el dueño del Valencia, espera el final del culebrón del Nuevo Mestalla para salir por patas. Los millonarios no están acostumbrados a los pitos de los ultras y menos a los de los señoritos. Y a todo eso se sabe que los cinco últimos clasificados en la recién terminada temporada pertenecen a capital extranjero. Van quedando pocos españoles y el Mallorca no está entre ellos aunque sí remodela Son Moix, todavía de titularidad municipal y patrocinio institucional. Muchos preferirían conservar a Kang-in Lee aunque el campo se llamara «I love Corea».

Florentino Pérez acaba de invertir 103 millones en el fichaje de Bellingham un día antes de que la Juventus, el tercero en discordia, le haya comunicado que abandona el proyecto de la Superliga. Será porque el Scudetto lo ha conquistado el Nápoles, que no estaba en las quinielas, y  la final de la Champions la jugará el Inter. Siempre le quedará Laporta y sus palancas para programar clásico tras clásico, que es lo que les gusta. Entre la liga, la Copa del Rey y la Supercopa de Arabia ya tenemos media docena de ellos. Y quien NO quiera espectáculo que se vaya al circo.