La contradicción de Nadal
Según publica Gonzalo Cabeza en el digital «El Confidencial» y entrecomillamos: «El intenso calor de Miami pasa factura a Nadal. En el pasado era el jugador más rocoso del circuito, un hombre que nunca parecía cansado y peleaba todas las bolas, por difíciles que fuesen. Los tiempos están cambiando, el tenista español sigue siendo uno de los mejores, pero ya no es el mejor. Le falta la consistencia que tuvo, combina buenos torneos con algunas salidas demasiado prematuras para alguien de su tamaño tenístico.
Nadal, que camina ya cerca de los 30 años, siempre prefirió los partidos largos y duros. En parte por él, pues era el territorio en el que mejor se encontraba contra los tenistas de primer nivel, pero también por los espectadores. Aún hoy, cuando el físico ya no es el de antes, aboga por un tenis en el que haya intercambios de más golpes. «A la gente le gusta el drama, los largos peloteos, no recuerdo partidos asombrosos que fueran de solo un saque y un resto», decía poco antes de empezar este último torneo».