Objetivo irrenunciable

Detrás del Deportivo está Abanca, cuyos directivos habrían hecho bien en llamar al orden al presidente del club cuando decidió fichar a Fernando Vázquez. Disgustos se hubiera evitado y quizás también el descenso. Hubiera sido mucho mejor que el papelón de estar todo el día intentando ganar en los despachos, parece que no solo en uno, lo que perdieron sobre el terreno de juego. Todo muy pesaroso y aun más grave tras conocer el audio del juez instructor de la Federación y el médico del Fuenlabrada que dio a conocer a nivel nacional la cadena COPE. Cien millones de euros, eso dicen, no se pierden todos los días. Una categoría, tampoco. Que se lo pregunten al Mallorca a quien el ascenso le ha durado menos que la temporada turística del 2020 o el Zaragoza, otro histórico que lleva ocho años, ¡ocho!, ardiendo en el infierno de la segunda división.

Cuentan que Luis García Plaza ha prohibido mencionar siquiera la palabreja. No sé si lo conseguirá. Estoy seguro que a Vicente Moreno en el Espanyol se la recordarán más de una vez porque ignorar la realidad no conduce a nada y ocultar las obligaciones no exime de su cumplimiento. Ya decía Luis Aragonés que la presión se la pone unos mismo, que para eso son profesionales. Y sí, reconquistar una plaza en la élite, por decaída que esté, es un deber para ciertos equipos. Un rápido repaso a la relación de los 22 participantes, demasiados, siempre demasiados, aclara cualquier duda al respecto. Al Cartagena no se le exige subir, no, ni al Lugo. Ni siquiera al Leganés de Pep Lluis Martí recién rebajado. Pero a mi me salen no menos de ocho que tienen que estar en la pomada o enfrentarse al fracaso. Uno más o uno menos. Ya se verá.

Así que, por mi vale, no hablaremos de ascenso pero sepamos todos que haberlo haylo, como las meigas en la Galicia de Vázquez y Abanca.