A título de homenaje

Salvo tropiezo del Espanyol en Cornellá frente al Tenerife, el único interés del partido que cierra el ejercicio en Son Moix es el de homenajear a los jugadores y técnicos del Mallorca por su brillante campeonato coronado con el regreso a primera división. Un privilegio destinado a los cuatro mil abonados, número relativo, agraciados con una localidad para disponer de asiento en las gradas con la mascarilla y la distancia social exigidas por la pandemia en curso.

Invitado a la fiesta, el Real Zaragoza, un otrora histórico muy venido a menos, en delicada situación económica y que cumple su octava temporada consecutiva en segunda división. ¡Quién lo iba a decir!. Solo en tres ocasiones a lo largo de las últimas siete campañas ha logrado disputar el play off de retorno, pero perdió en todas ellas en beneficio del Numancia, el Osasuna y el Elche respectivamente, este hace un año y contra todo pronóstico. Por el contrario ha coqueteado con los puestos de descenso de los que ha salido tras la incorporación del veterano Juan Ignacio Martínez como entrenador. Eso si, sufriendo hasta el final.

En sus filas militan viejos conocidos, como Javi Ros, o no tan viejos como Alex Alegría, cedido por el Mallorca sin más éxito que el que consiguiera aquí. Ilustres veteranos como el portero Cristian Alvarez, Zapater, 35 años, o Guitián han contribuido a una permanencia para la que, a estas alturas del calendario, también hubo que tirar de alguna de sus jóvenes promesas: Raul Guti. Franchu o Francés.  Fue sí, un equipo con pasado, sin ningún presente y futuro pendiente del destino. Por otra parte, uno de los peores visitantes de la categoría. No debería amargar el festejo, ni parece que vaya a tener muchas ganas de hacerlo.

Se supone que en tales circunstancias Luis García Plaza no repetirá con los suplentes y forzará el aplauso para aquellos que se han batido el cobre durante todo el año, prácticamente sin excepciones. Reina, Sastre, Valjent, Raillo, Oliván, Galarreta, Salva, Sánchez, Dani, Amath y Abdón lo merecen, sin quitar mérito a los que tuvieron que suplirles en algún momento.

Madrid tiene seis letras y tres árbitros en Segunda, que no es poco. Uno de ellos, Gálvez Rascón repetirá en Palma (0-0 con el Sporting), aunque también lo hizo en Lugo (0-1) y en Logroño (0-1). Ocho tarjetas en el Anxo Carro, era uno de sus primeros partidos en escenarios de plata, pero solamente una Son Moix y en Las Gaunas. Se habrá moderado. Pero anoten su nombre, quizás no para este año, pero  su jefe, también madrileño, le tiene en el mismo punto de mira que a su paisano Ortiz Arias.