Alfonso en el país de las maravillas

No es necesario estudiar periodismo para terminar en el gabinete de comunicación de cualquier empresa o institución. Publicidad y relaciones públicas también son oficios y, generalmente, mejor pagados sin tener que deslomarse a diario para encontrar una noticia, un personaje digno de ser entrevistado o, lo que es lo mismo, interesante para el público.

Los máximos ejecutivos del Mallorca, bien enseñados, convocaron a los medios para dibujar ante ellos un paisaje maravilloso, casi idílico, donde todo es color de rosa. No faltan a la verdad al referirse a la estampa que ofrecerá el estadio de Son Moix al final de su remodelación, ni tampoco a la gran inversión de 25 millones invertidos en mejorar la plantilla y la cifra casi record de abonados, 18.600 para la recién iniciada temporada. Hay, eso si, verdades a medias.

No debemos ignorar la aportación de dinero público, nuestro, de todos (incluso los «balearicos»), en las obras del otrora multiusos ahora con dos gradas cubiertas, nuevos palcos vip y zonas preferentes previo pago, sobre todo si, como se dice, el presidente y el CEO, Alfonso Diaz,  piensan pasar la gorra por las oficinas de Cort.

Esperamos compartir la tranquilidad que pregona el director de fútbol, Pablo Ortells, l pese a los primeros resultados del campeonato que, por ahora, pueden haber elevado el nivel del plantel, aunque está por demostrar el del equipo antes de que se rompa la calma reinante. Dos puntos de doce no invitan a soñar. A ver qué dictan los próximos nueve a disputar en un plazo de diez días.

En cuanto a los carnés expedidos, nos gustaría saber cuántos corresponden a personal del club, jugadores y técnicos de todas las categorías y sus familiares, acuerdos, convenios y patrocinios. Si escuchamos a lo que se vierte en redes sociales, entre los demás reina un descontento tangible en relación a las colas que se forman para acceder los días de partido, el caro y mal servicio de los bares, los problemas para cambios de ubicación no resueltos o adjudicados unilateralmente, las dificultades para ceder asientos por ausencia de sus titulares, etc, etc.

Lo verdadero es que los americanos, antes presididos por Robert Sarver y ahora por Andy Kohlberg, han cumplido fielmente sus obligaciones económicas, han estabilizado la sociedad en base a su mayoría accionarial y han devuelto al equipo al escenario de su único patrimonio: la primera división. Les quedó muy bien el homenaje a Damiá Amer con motivo de su jubilación, pero aun quedan mallorquinistas de raíz que también dejaron sus sentimientos y su trabajo en el club que, vivos o ya fallecidos, merecen un reconocimiento que no han recibido.