Demonizar y prohibir
No sé por qué, pero ver letreros de “este coche sobra” pegados en las carrocerías de coches de alquiler o atentados contra empresas privadas, sean turìsticas o no, pintadas de turistas go home en las paredes de Palma o la prohibición de alquilar una propiedad inmobiliaria particular, me recuerdan demasiado a ciertas formas del fascismo.
También los nazis colgaban letreros de “fuera judíos”, quemaban sus libros, pintarrajeaban sus negocios y tiendas y terminaron conminándolos a sus guetos o campos de concentración.
Recorro la M-19 y la M-20 varias veces al día. La M-13 con bastante frecuencia y es una falacia que los coches de alquiler saturen la circulación para ocultar, por ejemplo, que el segundo cinturón de Palma lleva cuatro años parado. Pero voy a ir más allá. L M-19 se colapsa todos los días laborables del año en su enlace de UN SOLO CARRIL con la M-20. Y lo hace en las horas punta de entrada y salida de oficinas y colegios en pleno invierno y sin turistas. El otro punto de colapso, por la misma razón, es la entrada desde la M-13, con un carril único que, además, sirve de salida del Polígono de Son Castelló. Lo mismo ocurre en dirección inversa, entrada al Polígono o en la M-13, aunque ahí hay dos carriles en servicio. Finalmente el segundo punto conflictivo es el de C’an Valero que coincide muy cerca con las salidas a zona de colegios. Luego, la M-19 dirección Llucmajor se atasca porque al iluminado de turno se le ocurrió reducir de tres a dos carriles más allá de la salida hacia el aeropuerto.
Menos culpar a los turistas, que es lo fácil, y más aportar soluciones. Si no quieren terminar la segunda via de cintura que enlazaría directamente las M-13 con la M-19, que busquen otras alternativas. La conexión de la primera con la M-20 es tan sencilla como dotarla de un carril más, dos, para aliviar la congestión. En cuanto a la M-19, lo mismo. De hecho los dos carriles ya existen, pero uno remite los coches hacia la carretera de Manacor, cuando sería mucho más sencillo desviarles por la actual salida al Polígono de Levante y Son Morro, que les deja ya en la autovía de la ciudad de las perlas o la carretera vieja de Sineu. Obras son amores y no arbitrarias razones.
No creo que la pobre industria agrícola y ganadera de Baleares fuera capaz de crear los puestos de trabajo que nos da el turismo, ni creo que a se pueda prohibir a nadie visitar nuestras islas, ni a un propietario hacer lo que le dé la gana con su propiedad o a una familia sacarse un sobresueldo para mejorar sus condiciones de vida. Sobre todo ahora, cuando los mismos que protestan por el overbooking, esperemos que no puntual, ya han vendido medio territorio a los alemanes.
Pero una cosa tengo clara: no sé si nos debe gobernar la derecha, la izquierda o el centro, pero estoy seguro de que no puede hacerlo quien lo hace. ¡Ni de coña, vamos!.