El Ebro, revuelto

El viento del Moncayo sigue soplando en Zaragoza y, ya se sabe lo que dicen por allí: «cuando el grajo vuela bajo, hace un frio del carajo». Y en la Romareda no nieva, pero casi. La liga no podría haber empezado peor para el histórico equipo baturro y para su entrenador, Rubén Baraja, tal vez una elección equivocada en atención a su debut en el banquillo del Elche y sus posteriores paseos por los del Rayo, Sporting y Tenerife.

«Ligallo» es el exponente juvenil de una afición exigente. No es para menos. Llevan ocho años en la categoria que, para ellos, ha devenido de purgatorio en infierno. Demasiado tiempo para un club que peleó entre los más grandes de Europa. Conserva su solera y el respeto que inspira su escudo, pero la historia ya no da para sobrevivir. Décima jornada y el sismógrafo detecta movimientos telúricos en el subsuelo de la dirección deportiva y el técnico. A grandes males, grandes remedios y, así es, si no lo remedia el resultado ante el Mallorca, el terremoto se llevará por delante a más de uno.

Buen momento para pescar en el río Ebro. Con Baba que vuelve a la convocatoria de Luis García Plaza, de la que no se cae nadie importante. Está, pieza más o pieza menos, todo el pescado. Eso si, pendientes de las rotaciones. ¿Turno para Cardona, Febas, Oliván o alguie más?. Ya veremos. A juzgar por lo de Alcorcón lo que funciona son los perros y no los collares.

La desgracia está en el arbitraje. Menos de un tercio de competición y se vuelve a cruzar el cántabro López Toca, de lo peor de Segunda y, por lo tanto, candidato al ascenso. Ultima referencia: Mallorca, 2- Tenerife, 0. Señaló un «no penalti» por caída de Dani Rodríguez y se tragó el de verdad por empujón de Muñoz a Murilo. Normal en este colegiado del que no cabe repetir las referencias ya reseñadas en el texto previo al choque de referencia. En todo caso y para los olvidadizos, hago copiar y pegar. «Lo peor, el árbitro. O lo era al menos hace dos temporadas. Lo imaginaba descendido a Segunda B y resulta que hace poco le dieron un partido de promoción de ascenso a Primera, creo que el Girona-Elche. López Toca, santanderino, debió aprender de los Teixeira Vitienes, su irregular criterio, falsa autoridad y mala colocación no se explica de otra forma. La lectura positiva, más allá de que en dos años haya mejorado mucho, es que el Mallorca no se puede quejar de sus actuaciones, aunque expulsara a Vicente Moreno en Córdoba, un equipo descendido. En Son Moix en un Mallorca-Almería (1-0) se tragó un penalti de libro de Sastre a Luis Rioja y además exhibió sendas rojas en la cara de Aguza y Montoro. Meses antes en el Nuevo Carlos Tartiere (1-1) el beneficiado con otra pena máxima sin señalar fué Gámez, para desesperación de Bárcenas. Con 38 años cumple su cuarta temporada en la categoría. Solo es un consuelo para los de Primera».