Esto es lo que hay

Hola de nuevo. En primer lugar he de pedir perdón porque he tenido este rincón abandonado durante casi nueve meses. Mi último artículo fue el 20 de septiembre del 2017. Un abandono imperdonable que seguramente pagaré con numerosas bajas. Peor aun, confieso que no ha sido por vagancia, sino por dejadez y, en cierto, modo por un extraño sentido de la lealtad para no competir con los medios que publicaban mis trabajos. La fidelidad es perruna, otra cuestión, pero siempre he sido leal tanto con mis compañeros, como mis jefes o, si bajamos algunos escalones, mis pupilos.

Hoy regreso aquí para ponerme a vuestro servicio y disposición. Me comprometo a escribir cada día unas líneas sobre asuntos de actualidad deportiva candente o que, en mi opinión, encierren algún tipo de interés. Sin limitaciones temporales, territoriales o temáticas. Y os invito, sin dobleces, a debatir conmigo siempre que queráis y no haya insultos de por medio. Exijo el mismo respeto que yo muestro a mis lectores, aunque opinen distinto. No dialogaré con quien se exprese groseramente, dicho sea porque ya me ha pasado en otros foros y aunque sé que mi profesión, que no mi salario, incluye este riesgo, mis derechos empiezan donde terminan los de quienes recurren al improperio.

Aquí no busquéis exclusivas, primicias ni, sobre todo, rumores infundados. Este no es un mercado de noticias. Lo importante no es publicar primero una entrevista, sino hacerla y escribirla mejor. Pero os aseguro que carezco de compromisos publicitarios, no tengo mecenas que me ampare, ni grupo de presión que me controle. Lo que hay es lo que veis. Como siempre a pelo y pecho descubierto.

Si me seguís, gracias. Si no lo hacéis será porque lo hago mal o no valgo la pena. Hasta mañana.