La dimisión (publicado en mallorcadiario.com)

Publicado en mallorcadiario.com el domingo 12 de junio

La buena noticia es que Utz Claassen presenta su dimisión como presidente del Mallorca, la mala es que continuará siendo accionista y consejero, como ya fue en el pasado con las funestas consecuencias ya conocidas por todos, aunque no menos glosadas por sus periodistas afines.

Dejando de lado el mal gusto de despedirse con una carta a modo de anuncio en un diario local, y la coincidencia del gesto con el viaje de Robert Sarver reflejada ayer en este mismo espacio de mallorcadiario.com, este comunicado no es más que una síntesis apresurada llena de las inexactitudes verdades a medias que han caracterizado su paso por el club, no muy distinto de la huella que dejó en su malogrado y descendido Hannover.

Lo realmente cierto es que accedió al accionariado por una invitación de buena fé, aunque apresurada e ingénua, de Jaume Cladera y Serra Ferrer. Desde entonces no hizo otra cosa que socavar la tierra bajo los pies de quienes confiaron infantilmente en él, engañando al mallorquinismo con la famosa campaña “Mallorca 2020”, que no ejecutó cuando se hizo con el poder, o ciento veinte propuestas de marketing que tampoco llevó a cabo siendo capitalista mayoritario.

Claassen quiere vender que salvó a la institución de su mismísima desaparición, pueril argumento de quien poco antes rechazó una ampliación de capital de cinco millones de euros, autorizó la oscura venta de Marco Asensio al Real Madrid y torpedeó el acceso del grupo de Aouate y otros dos fondos de inversión. Se calló ante el pago de doscientos mil euros a Javier Tebas, con cargo a una factura por “observación de jugadores argentinos”, a quien compró a través de Pedro Terrasa, los títulos que le convertían en propietario absoluto. Y no sólo empeoró el consejo, al que llevó a un representante de las Penyes seleccionado a dedo por él mismo, sino que forzó la salida de respetables secretarios del consejo de administración como los letrados Miguel Coca, Eduardo Valdivia y Julián Carnicero o el notario José Carbonell a cambio de convertir en presidente al peor de la centenaria historia del club: Gabriel Cerdá.

En cuanto a aspectos deportivos como “con Xisco y Yuste”, evitaron el descenso –gran objetivo por cierto- sólo cabe recordar que quienes lo hicieron fueron Olaizola y Pep Alomar, posteriormente defenestrados, y esta temporada por el Girona al vencer en Ponferrada en la última jornada

. Por lo demás imagino que no habrá cuantificado aún sus pérdidas, que cifra entre tres y cinco millones, como si no hubiera entre ambas cantidades una diferencia de más de trescientos millones de las antiguas pesetas. Y lo de facilitar un equipo para afrontar la temporada recientemente finalizada, mejor pasarlo por alto dados los resultados y la clasificación que a la vista han quedado.

Es una lástima que, puestos a hablar de futbolistas salvadores, no incluya a Carioca, Lima, Gomes, Fofo, Bustos, Hennebole y otros fiascos como el de Kebe. En fin. A enemigo que huye, puente de plata. Aunque ahora los Tugores, Planas y compañía ya saben a quién sirvieron hace tan solo tres meses.

Durante años he venido denunciando estos y otros hechos en los medios de comunicación donde trabajé con el compromiso de certificar diariamente la veracidad de mi opinión. Otros se suben ahora al carro con una desfachatez propia de los tiempos que corren. Pero la lucha, créanme, continúa hoy más que nunca.