Grandes diferencias

A falta de conocer el reparto de funciones en el futuro, no sé si nuevo, organigrama del Mallorca a partir del fichaje de Pablo Ortells, hasta ahora director de fútbol del Villarreal, se plantean dos incógnitas: la primera, antigua, si el proyecto de Robert «Salver» y sus socios es edificar un club y no solo un equipo y, a continuación, si el recién incorporado se adapta a la estructura mallorquinista, a años luz de la organización de su antigua empresa.

Como fundamento valga recordar que el capital social de la SAD castellonense está controlado por la familia Roig y sostenido en la industria cerámica, PAMESA, que ha convertido la segunda ciudad de la provincia en un referente mayor que su propia capital Castellón. Empresarios nativos en una ciudad de poco más de 50.000 habitantes, frente a los inquilinos de Son Moix, financieros americanos aterrizados en una urbe de 400.000 almas.

La capacidad del estadio de La Cerámica, antes conocido como El Madrigal, es de 23.500 espectadores, equivalente a la mitad de sus ciudadanos. La del otrora Iberostar Estadi es la misma, pero representa solo el 5 por ciento de la población palmesana. La masa social amarilla acoge a 19.000 abonados, contra los 12.000 de la rojilla.

Pero vamos a la estructura. En la ciudad deportiva PAMESA conviven 9 equipos de base frente a los 8 de Son Bibiloni. El Villarreal B mantiene un cuerpo técnico de 15 integrantes contra los 8 del primer filial mallorquinista. Tienen un C con 25 jugadores y 7 preparadores y una sección de fútbol femenino con 5 equipos, que aquí ni se han planteado. Por tener, tienen hasta una agencia de viajes que, además de organizar los desplazamientos y concentraciones de sus jugadores, ofrece servicios generales de cara al público. En cuanto a los conjuntos de primera división, Javier Calleja cuenta con 21 miembros en su equipo, mientras Vicente Moreno dispone de 7.

Emolumentos aparte, no sé que le habrán ofrecido a Ortells que, ¡ojalá!, solo sea la primera piedra de algo realmente serio. Sus referencias son inmejorables, Falta que disponga de herramientas en consonancia porque, en efecto, ha abandonado un club para desembarcar en poco más que un equipo.