Hoy los tiempos adelantan

No voy a mentir, no soy aficionado a la zarzuela pero si los hubo en mi familia y tuve que escucharlas más de una vez, además de presenciar su representación en el antiguo y hoy demolido Teatro Lírico. No me arrepiento pues, en definitiva, contribuyeron a completar mi formación cultural sin la cual hoy no les podría contar que en «La verbena de la paloma», don Hilarión entonaba  socarrón «hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad».

No recuerdo cómo seguía la estrofa, pero seguramente le faltaría añadir que los años no siempre avanzan para bien. Ayer el Mallorca perdió a un jugador, Brooks, ignoro si bueno o malo, después de que él y su representante ya hubieran viajado a Palma y hasta se sentaran en las oficinas de Son Moix, sin móviles abiertos sobre la mesa al estilo de Claassen y Blum, para rubricar un contrato que se esfumó antes de que se anunciara la salida de un vuelo para Lisboa y posterior traslado al estadio Da Luz, en Lisboa, sede del Bemfica. ¡Futbolista traidor! brama la plebe.

Se ve que ya la han sustituido por otro. Hay amores que matan y otros que duran muy poco. A rey muerto, rey puesto. Sin embargo no ocurrió así cuando en enero del 2011 fue el nigeriano Ujah el que salió de estampida del multiusos bermellón. Entonces no hubo traidores, sino incapaces, ignorantes, zafios, ingénuos y una sarta de «piropos» al uso destinados a socavar la dirección del club en manos de gestores mallorquines. Los americanos son más simpáticos.

Hemos pasado con la rapidez que cantaba nuestro personaje de zarzuela, de condenar el fichaje de Geromel, mejor futbolista de Brasil considerado uno de los mejores de la historia de Gremio, número uno de la liga portuguesa en 2077-08 y cuatro veces ganador de la Bola de Plata al mejor futbolista carioca, a silenciar el de Alex Alegría durante cinco años pergeñado por Maheta Molango bajo la aprobación de esos encantadores, cordiales y extrovertidos inquilinos del Visit Mallorca.

Por cierto, el defensa de Gremio sigue en activo a sus 36 años. Los que criticaban su fichaje y su juego, también.