Agua para el enemigo (2-0 en el Ciudad de Valencia)

«¡Al enemigo, ni agua!» gritaba Bilardo desde el banquillo de Riazor. El Mallorca no siguió su consejo en el Ciudad de Valencia en el que, con el marcador en contra, falló un penalti y después vio invalidado  un gol de Fernando Niño por mano previa de Salva Sevilla. Por cierto, esas dos acciones más un tiro de Llabrés desde fuera del área puntuaron como las únicas aproximaciones con pólvora real a la portería defendida por Aitor.

ALINEACIONES:

Levante U.D.- Aitor (2), Miramón (1), Rober (1), Duarte (1), Vezo (1), Franquesa (1), Pepelu (1), Campaña (1), Bardhy (2), Roger (1) y Soldado (1).

Minuto 56, Morales (2) por Soldado. Minuto 69, Melero (1) por Campaña y Postigo (1) por Duarte. Minuto 84, Malsa (-) y Radoja (-) por Pepelu y Bardhy.

R.Mallorca.- Leo Román (2), Maffeo (1), Russo (0), Sedlar (1), J.Costa (1), Battaglia (1), Galarreta (1), A.Sánchez (0), Kubo (1), Llabrés (1) y Fer Niño (2).

Minuto 56, Amath y Oliván por A.Sánchez y Maffeo, lesionado. Minuto 73, Salva Sevilla (1) por Battaglia y Hoppe (0) por Llabrés. Minuto 95, Abdón (-) por Galarreta.

ARBITRO:

Figueroa Vázquez (0), de Sevilla. Superado por la trascendencia del encuentro y la escasa ayuda de los jugadores. No era tarde para dejar jugar y menos para no estar más pendiente de ciertas acciones. Se guardó las tarjetas para lo menos importante, las protestas. Las vieron Miramón, Pepelu, Soldado y Campaña, del Levante, las dos últimas con sus receptores ya sustituidos, Maffeo del Mallorca y ambos entrenadores Luis García Plaza y Alessio Lisci. A instancias del árbitro de VAR, Iglesias Villanueva, anuló un gol de Fer Niño a pase de Salva Sevilla que se había ayudado de la mano en el control. Minutos antes había pitado penalti por un derribo al mismo delantero cerca de la línea de fondo.

GOLES:
Minuto 46, apenas iniciado el segundo tiempo, Bardhy se hace a trompicones con un balón en el circulo central, lo filtra a la espelda de los centrales donde Slodado gana la posición y se planta ante Román al que bate de tiro raso aunque el portero llega a rozar con la mano. 1-0

Minuto 96, con el Mallorca volcado, el Levante sale a la contra, ceden a Morales que, dentro del área, sienta a dos zagueros, y marca de un sutil remate raso. 2-0

QUIEN A HIERRO MATA…..

….a hierro muere, porque si en Son Moix el Mallorca ganó al Levante por la mínima merced a un penalti que Morales le regaló a Reina, ayer devolvió el favor Brian Oliván, ¿no hay mejor lanzador en toda la plantilla?, al disparar flojo y teledirigido a la diestra de Aitor Fernández que blocó sin demasiado esfuerzo pese a las protestas desde el banquillo bermellón al entender que se había adelantado. Ni el árbitro ni el VAR lo advirtieron.

Parece que reina el nerviosismo en el cuerpo técnico balear y, como el ómicron de la Covid, se contagia a la plantilla. Solo desde la inseguridad se puede entender los cambios introducidos por Luis García Plaza en la alineación inicial. El fallo de Reina ante el Barça hace una semana le sacó de entre los tres palos en favor de un debutante, el joven Leo Román, nada que imputarle, hubo que dar de baja a Valjent a raíz de su golpe en Eibar, donde no habría sido necesario su concurso, mientras que Fer Niño completaba la ronda de turnos en el eje del ataque y el chaval Llabrés, de buenas maneras, gozaba de una oportunidad a favor de corriente. En suma, una manera peculiar de quemar las naves antes de salir del puerto.

El Levante, tembloroso como un flan, no sabía cómo canalizar su juego ni mucho menos desarrollarlo. A veces combinativo, otras en largo, aunque Soldado ya no está para ciertos trotes y aun así, en la primera acción tras el descanso, se la jugó a Russo y Sedlar para cambiar el signo de un lance que, en la primera parte, no tuvo un dominador claro porque, entre otras cosas, los visitantes abusan de algunas de sus individualidades y se entretienen más en la forma que en el fondo. Presionaron arriba, si, pero sin aprovechar ni uno de los numerosos errores y pérdidas del anfitrión.

Una vez abiarta la lata, el Levante, que ya había empezado con tres centrales, tuvo sius mejores momentos y oportunidades, dos remates a los postes y dos paradones de Leo Román evitaron un naufragio mayor y facilitaron  el avance final de la caballería, nunca mejor expresado, ante el lógico repliegue local, fruto del cansancio y la ventaja. Si quedaba algo sin arder, García Plaza quiso echar toda la carne en el asador, la épica y típica avalancha de siempre con corazón, sin cabeza y, curioso, sin Abdón, sentado hasta el minuto 95 para pescar al vuelo un último saque de esquina, cual portero de estatura….que también.

Aún me pregunto qué hacían Galarreta y Salva jugando a lo mismo, Kubo, como siempre, a lo suyo, y Hoppe, ¡al fin!, al que vimos someramente aparecer para cometer una falta sobre el guardameta, su única y máxima aportación. Y no, Mboula esta vez no. Si esto no es perder los papeles y los puntos, que venga Aragonés y lo vea.